Hace dos meses, la bombona de butano entró en campaña electoral de cara al 28-M, y ahora se vuelve a demostrar que repite para las elecciones del 23-J. Y es que su precio bajará un 4,89% a partir del día 18, sumando ya cinco descensos consecutivos y alejándose aún más del récord de 19,55 euros que registró en mayo de 2022 con Pedro Sánchez y Teresa Ribera, superando con creces los que tuvo con Mariano Rajoy (17,50 euros) y con José Luis Rodríguez Zapatero (15,19 euros).

 

Ahora, en la nueva revisión bimestral, la bombona de butano baja un 4,89%, hasta 15,18 euros, situándose en su menor precio en el último año, según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Así, sumará cinco descensos consecutivos, tras los registrados en los pasados meses de noviembre, enero, marzo y mayo.

Su nuevo abaratamiento se debe a la fuerte caída de la cotización de las materias primas -propano y butano- (-25,8%) y a la apreciación del euro frente al dólar

La bombona de butano de 12,5 kilogramos tiene precio regulado y se revisa cada dos meses con subidas o descensos de un máximo del 5%, y además, por Real Decreto, el Gobierno Sánchez limitó su precio máximo a 19,55 euros el 25 de junio de 2022 y lo ha prorrogado el pasado junio hasta el próximo 31 de diciembre. Su nuevo abaratamiento se debe a la fuerte caída de la cotización de las materias primas -propano y butano- (-25,8%) y a la apreciación del euro frente al dólar, las cuales han podido compensar el encarecimiento de los fletes -o sea, los costes de transporte- (+16,6%).

Recuerden que la bombona de butano se considera la energía de los pobres al ser la fuente de energía más barata que hay en España, pues el cliente sólo paga por lo que consume, es decir, no los costes del llamado midstream (transporte, almacenamiento y venta al por mayor de productos crudos o refinados del petróleo). Un producto que Ana Botella insistía en que tenía que ser barato, pero que no sólo beneficia los pobres, sino también a las casas de campo de algunas fortunas (por ejemplo, la de Juan Abelló). Claro que España es una excepción en el negocio europeo de butano porque su precio está regulado, mientras que en otros países (por ejemplo, Portugal) se ha liberalizado: unos ocho millones de hogares disfrutan de las ventajas de la bombona de butano (versatilidad -múltiples usos-, alto poder calorífico y se puede mover), siendo Repsol el primer vendedor y Cepsa el segundo. Eso sí, el consumo de envases de gases licuados del petróleo (butano y propano) se sitúa en 64,5 millones y está en retroceso porque ha bajado más de un 25% entre los años 2010 y 2021.