Las tres subastas de energías renovables entre 2016 y 2017 -las que siguieron y vendrán- han cambiado algo más que el paisaje, cada vez más lleno de molinillos; también las tendencias entre las eléctricas españolas, las de toda la vida, y emergentes en el sector, como las aragonesa Forestalia.

No es poco el dinero el que se está moviendo, con inversiones que pueden superan los 8.000 millones -sobre todo en eólica-, aunque son muchos, dicho sea, los 8.700 megavatios (MW) adjudicados, en comparación con las necesidades de consumo. Pasa lo mismo que con la creación de nuevos puestos de trabajo, unos 90.000 entre director e indirectos. Ojo, por que la industria nuclear da empleo a 100.000.

Son 8.700 megavatios los adjudicados en las dos principales subastas pero la demanda nacional supera los 268.505 ¡gigawatios! en 2017

Paradojas de la vida, como quien dice, por la distancia que separa lo que se habla de las energías verdes con la realidad de lo que aportan realmente. Sirva como referencia el último año, en el que la demanda fue de 268.505 ¡gigawatios!, según los datos de Red Eléctrica, y en el reparto para cubrirla, la eólica, la que más suena, ocupa el tercer lugar (18,2%), por detrás de la nuclear (21,5%), el carbón (17%), los ciclos combinados (13,9%). El peso de la hidráulica fue del 7% debido a la sequía.

Las subastas de renovables de Nadal, con todo, tienen una ventaja que más allá de la moda verde: no hay primas en el precio (o sea, subvenciones públicas), porque se ajusta al baremo del pool eléctrico.

Es decir, no pesará más sobre el endémico déficit de tarifa, que esas energías engordaron hasta lo insoportable (28.700 millones en 2013, antes de la reforma Soria, hoy en 21.000 millones). Dicho de otro modo: el ciudadano no tendrá que pagar más por ese exceso en cada factura… que ya paga bastante con lo que queda por pagar.

Cambia el mapa y también las apuestas, con Endesa y Gas Natural Fenosa en cabeza pero debajo de la emergente Forestalia o Cobra 

“En España estábamos amodorrados tras una época de primas”, dijo con razón a El Heraldo el vicepresidente ejecutivo de la nueva Forestalia, Fernando Muñoz, al tiempo que se hacía eco de los de los tres años de moratoria verde, en los que no han estado parados y ahora cuantas con garantías de financiación y un aliado estratégico, para el suministro de aerogeneradores, General Electric.

Las nuevas subastas se sustancian en nuevos proyectos, sobre todo eólicos, y sabemos dónde están localizados, incluso, gracias a que una de las condiciones impuestas por Industria fue precisamente en las empresas los identificaran. Muchos de ellos están en marcha y deben concluirse, para evitar sanciones, antes de 2020.

Las renovables crearán 90.000 puestos de trabajo, pero son 10.000 menos de los que emplea ahora la energía nuclear, también limpia

Por eso sabemos que se están desarrollando 165 proyectos, la inmensa mayoría eólicos. En la primera subasta, la triunfadora fue Forestalia, que se adjudicó 1.200 de los 3.000 MW, y sumó otros 724 en la segunda, del mismo modo que en la siguiente la sorpresa fue Cobra, filial de ACS, el grupo de Florentino, con 1.500 de los 5.000 MW en liza. La primera tanda, en fin, primó la eólica y la segunda, la fotovoltaica, que en 2017 tenía un peso de apenas el 3,1% en la cobertura de la demanda.

Iberdrola, la potencia eólica y gran ausente

Entre las grandes, destacan Gas Natural Fenosa (GNF), que se adjudicó 667 MW, y Endesa, 540 MW, que han previsto inversiones de unos 700 y 800 millones para sus filiales renovables, respectivamente. A mucha distancia, está Siemens Gamesa, con 200 MW. Falta Iberdrola, que quedó sin reparto en la primera subasta y a la segunda no se presentó, a pesar de ser la potencia eólica española.

No obstante, la mayoría de proyectos fotovoltaicos, numéricamente, rondan los 50MW. Con más peso ha dado opciones a empresas Norvento, XElio, Solaria, Opde, Prodiel o Gestamp, también presentes en la eólica.

La ocurrencia de Forestalia provocará movimientos en el peso energético de las comunidades, premiando a Aragón, la región con más parques eólicos en marcha, 80, aunque ahora ocupa la quinta posición en renovable. De los 33.167 megavatios de potencia renovable instalada en España, la eólica representa un 65%, frente al 14,1% de la fotovoltaica.

Endesa ha optado por repartir sus parques eólicos en Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y Navarra, mientras que GNF instalará los suyos en Castilla y León o Extremadura.

La filial de Enel gestiona unos 1.806 MW de capacidad en España. Recientemente, ha concretado inversiones de 53,2 millones para dos parques en Teruel y Zaragoza, junto a otros 13 en esa región, y 60 millones para dos parques en Lugo, aunque tendrá 40 más en Galicia.

La potencia instalada de GNF asciende a 1.147 MW consolidables, 979 MW de ellos en parques eólicos, 110 MW a mini centrales hidráulicas y 58 MW a cogeneración y fotovoltaica. Esta misma semana ha anunciado un acuerdo con Siemens Gamesa para el suministro de 48 turbinas (166 MW) en cuatro parques eólicos. De igual modo, ha anunciado la construcción de su primer parque eólico en Canarias, Agüimes, en el que invertirá 4,7 millones, aunque cuenta con 13 proyectos es la islas, a los destinará 58 millones.

Entre energéticas e ingenierías anda el juego

No son las únicas noticias en un sector en pleno suspense, como señalábamos la semana pasada en esta misma sección. Por un motivo u otro, han salido a la palestra movimientos, como en la francesa Total, que con la compra de Direct Energie por 1.411 millones, el operador francés de gas y electricidad, da pistas a Repsol para fuera de su territorio natural.

En el ámbito doméstico, Iberdrola es protagonista de una guerra sin cuartel con la italiana Enel para hacerse con la mayor distribuidora de Brasil, Eletropaulo. Compás de espera, como en Gas Natural Fenosa, con presión incluida de los fondos CVC y GIP (40% entre los dos) para sacarla de bolsa.

Planes entre planes, mientras cambia la situación en dos ingenierías, Abengoa y Duro Felguera. La primera ha concluido la venta a la canadiense Algonquín del 16,5% que no había logrado vender de Atlantica Yield. El siguiente objetivo es vender el Tercer Tren de México, otra de sus joyas incluidas en el plan de reestructuración. La segunda sigue pendiente de los bancos, y sobre todo de un socio industrial, para salir del impasse. Ya tiene otra prórroga por las señales positivas de Fidentiis.

Ebullición inmobiliaria y fracaso del Dupolio TV 

La ebullición sigue también en el sector inmobiliario, con amenaza incluida de burbuja. Otro de los síntomas sigue en el alquiler, con subidas de precios imparables y  lo que implica: más especulación, con contagio, no sólo posible sino previsible a la vivienda en propiedad.

La noticia de la semana ha sido, sin duda, en la operación Chamartín, que cambia su nombre por Madrid-Nuevo Norte, mientras siguen movimientos en el sector , como el especulador especulado, que de eso se trata cuando Hispania, la socimi del magnate húngaro Soros busque alternativas a las oferta de otro que tal baila, el fondo Blackstone. Todos quieren más y el resto no aprende de la primera burbuja. Como Colonial para crear la primera inmobiliaria de oficinas en alquiler: ampliará capital por 180 millones para la fusión con Axiare.

Las dos caras del duopolio TV, Atresmedia y Mediaset, mientras, no sólo tienen problemas de audiencia, también financieros, como se ve en sus resultados en el primer trimestre: la caída de su beneficio no se debe a la Semana Santa, como han dicho, sino a más factores de fondo. La telebasura cansa.

Sorprendentemente, el presidente de RTVE, el pepero José Antonio Sánchez, olvida las cuentas del ente público, y se vanagloria de “poner de acuerdo a toda la oposición”. En su proceso de enloquecimiento, Sánchez, que ha desfilado por la Comisión de Presupuestos, se comparó con la Santísima Trinidad.

También pasaron Pilar Platero, presidenta de la SEPI, que presume del fin de la crisis en Navantia. Por cierto, el Gobierno no reducirá capital en Indra ni lo ampliará en Airbus: dos errores que muestran el fracaso de Cospedal, ministra de Defensa, en su intento de pintar más en el gigante aeronáutico europeo.

No pierdan la pista

  • No pierdan la pista de otras noticias, de las que Hispanidad ha dado cuenta esta semana, y que tienen más recorrido como:
  • El futuro del grupo catalán Codorníu tras las maniobras de Carlyle entre los minoritarios desencantados: corre el un riesgo de dejar de ser española, como sucedió con Freixenet.
  • Ha comenzado ya el vaciamiento de Abertis, como prueba que los Benetton se quedan con Cellnex y Criteria como minoritario. Forma parte del culebrón en la concesionaria, cuya nacionalidad depende de la continuidad del pacto de Florentino Pérez con los italianos. Sobre Cellnex hay una cosa clara: nadie quiere prescindir de su presidente, Tobías Martínez.
  • Tras el primer asalto de IAG sobre la noruega Norwegian, el holding no ha dicho más sobre la OPA en ciernes. Pero está claro que la low cost es una perita en dulce para su Ceo, Willie Walsh, y el temor está en Vueling.
  • Cortefiel, controlada por dos fondos, CVC y PAI, pasa a llamarse Tendam, un paso más en su proceso de desguace y el escape con la salida a bolsa, que concretará en el segundo semestre.