BP sube en bolsa más de un 3% este lunes, pese a la vuelta a pérdidas millonarias en el primer trimestre debido a la salida de Rusia que decidió tras la invasión rusa de Ucrania. Y es que el mercado -y por tanto los inversores- parece que han dado más importancia a que se ha duplicado el beneficio subyacente, se han elevado los ingresos un 40% y se ha reducido la deuda neta más de un 17%.
La petrolera británica ha tenido unas pérdidas de algo más de 19.300 millones de euros hasta marzo, frente a los más de 4.000 millones (al tipo de cambio actual) de beneficios que tuvo hace un año y a los 6.615 millones que ganó en el conjunto de 2021 y que fue su mejor resultado en ocho años. Y es que sus resultados incluyen un impacto adverso de unos 29.300 millones por salir del capital de la petrolera rusa Rosneft, donde tenía una participación del 10,75%, y también del mercado ruso, donde tenía otras tres joint ventures (proyectos conjuntos), con un efecto negativo de unos 22.800 millones.
La petrolera británica reduce su deuda neta un 17,5%, a 26.100 millones, en línea con lo que viene haciendo desde finales de 2020; y comunica una nueva recompra de acciones por valor de unos 2.368 millones
Todo ello “en un trimestre dominado por los trágicos eventos en Ucrania y la volatilidad en los mercados energéticos”, ha señalado el director ejecutivo de BP, Bernard Looney, destacando que la salida de Rosneft “dio como resultado los importantes cargos no monetarios y la pérdida general que informamos hoy. Pero no ha cambiado nuestra estrategia, nuestro marco financiero o nuestras expectativas de distribución de accionistas”, ha explicado. De hecho, la compañía ha anunciado un dividendo trimestral de unos 5 céntimos por acción que se abonará el próximo junio. Al tiempo que avanza en su estrategia de transformación hacia una Empresa Integrada de Energía (IEC): “producir hidrocarburos resistentes para brindar seguridad energética mientras invertimos con disciplina en la transición energética”, ha añadido Looney.
BP ha duplicado su beneficio subyacente, pasando de 2.500 millones a 5.931 millones (+137%), y superando los 4.250 millones que esperaban los analistas. Al mismo tiempo, los ingresos se han elevado un 40,3%, hasta 48.689 millones, gracias al alza de los precios del crudo. Además, la petrolera británica ha reducido su deuda neta un 17,5%, a 26.100 millones, en línea con lo que viene haciendo desde finales de 2020; y ha comunicado una nueva recompra de acciones por valor de unos 2.368 millones.
BP anuncia inversiones de unos 15.000 millones en el sistema energético de Reino Unido para 2030... justo cuando la oposición se plantea gravar un impuesto extraordinario a las compañías de petróleo y gas del Mar del Norte y el Gobierno amenaza con actuar fiscalmente si no invierten parte de las ganancias en el país
En su estrategia, BP también cuenta con alianzas: por ejemplo, con Eni para crear la empresa conjunta independiente Azule Energy en Angola; con el grupo Volkswagen para puntos de carga de vehículos eléctricos; con Uber para que más de 3.000 puntos de venta minorista estén disponibles en Uber Eats; con DHL Express para suministrar combustible de aviación sostenible. Al mismo tiempo, la petrolera británica aumenta su posición en eólica marina y en hidrógeno dentro de su apuesta por la energía baja en carbono, y avanza en biocombustibles, sin renunciar a su gran negocio (los hidrocarburos): a principios de año anunció el inicio de operaciones en su proyecto de expansión Herschel (que tiene al 50% con Shell) en el Golfo de México, zona donde opera cuatro plataformas y espera inaugurar la quinta este año, según Reuters, y también elevará la producción perforando ocho pozos para aumentar la extracción de petróleo y gas.
BP también se ha apuntado a ofrecer descuentos en combustibles y contribuye en la bonificación de 20 céntimos en España, pero tampoco se olvida de su casa: ha anunciado unas inversiones de unos 15.000 millones de euros en el sistema energético de Reino Unido para 2030, y tiene la intención de continuar invirtiendo en petróleo y gas del Mar del Norte, mientras reduce las emisiones operativas. Este anuncio se ha dado justo cuando la oposición británica pide un impuesto sobre los altos beneficios que las petroleras están acumulando de las extracciones y ventas de hidrocarburos del Mar del Norte: “Con tanta gente sufriendo para pagar sus facturas de energía, deberíamos gravar un impuesto extraordinario a las compañías de petróleo y gas del Mar del Norte que están obteniendo beneficios más altos de lo esperado”, ha señalado el líder laborista, Keir Starmer, en declaraciones a los medios. Mientras, el Gobierno conservador ha amenazado con actuar fiscalmente si las compañías no invierten parte de sus ganancias en proyectos energéticos británicos, aunque el primer ministro, Boris Johnson, ha subrayado que un impuesto extraordinario desincentivaría la inversión, como ha recogido El Mundo.