La energía nuclear ha entrado en la campaña electoral de cara al 23-J... y eso que de forma oficial no empezará hasta el próximo 7 de julio. Ahora ha llegado una bronca de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) al Gobierno Sánchez, pues cree que Teresa Ribera tiene que "hacer una autocrítica seria”.
La AIE considera que cerrar las centrales nucleares es “retrasar la respuesta” al cambio climático, porque supondrá quemar más gas natural (y por tanto más emisiones de CO2). De hecho, el cierre de los siete reactores nucleares españoles (los cuatro primeros -Almaraz I, Almaraz II, Ascó I y Cofrentes- incluidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 que actualmente se está revisando) supondrá un aumento de las emisiones de CO2 de 22 millones de toneladas al año, según afirma Jóvenes Nucleares, asociación de jóvenes estudiantes y profesionales de la Sociedad Nuclear Española (la cual agrupa a los profesionales de la industria nuclear de nuestro país). Es más, añade que para almacenar y evitar la emisión de estos 22 megatoneladas por año, se necesitará un volumen equivalente a 4.700 pirámides de Guiza cada año.
El cierre del parque nuclear español que propone el PNIEC 2021-2030 supondrá un aumento de las emisiones de CO2 de 22 Mt/año. Si, 22 MEGATONELADAS por año. Para almacenarlo y evitar su emisión, necesitaríamos el volumen equivalente a 4700 pirámides de Guiza, CADA AÑO. pic.twitter.com/xSU6JapTAp
— Jóvenes Nucleares (@jjnucleares) June 2, 2023
La AIE invita a los Estados miembros que se oponen a la energía nuclear, entre ellos a España, a “hacer una autocrítica seria”. Y es que no se entiende que la vicepresidenta ecológica esté empeñada en acabar con una energía barata (y aún lo sería más si bajaran sus elevados y redundantes impuestos), que aporta el 20% de la electricidad, lo hace de forma estable, sin depender de la meteorología, asegurando el suministro y encima sin emitir CO2 y con residuos que tienen solución de almacenamiento seguro y que ocupan poco espacio. Además, Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, ha criticado a Alemania, que ha cerrado sus últimas nucleares hace unos meses y ha disparado el uso del gas y del carbón (que emite muchísimo más CO2). Y es que Birol considera que la energía nuclear es un activo para la descarbonización.
La Agencia Internacional de la Energía considera que cerrar las centrales nucleares, como propone @Teresaribera y su Gobierno, es «retrasar la respuesta» al cambio climático, porque supondría quemar más gas natural. https://t.co/KsKPX69P8n
— Operador Nuclear (@OperadorNuclear) June 3, 2023
No es el único que ha mostrado su apoyo a esta energía en los últimos días. Juan José Toharia, presidente de Metroscopia, ha avisado a Ribera de que “los españoles están entendiendo que la transición energética a lo mejor requiere recurrir a la energía nuclear”. Asimismo, ha interpretado el batacazo de PSOE y Unidas Podemos el 28-M por el “giro pragmático” de los votantes ante el “empacho ideológico” del Gobierno, giro que llega a la transición ecológica. Y por tanto, parece que los españoles parecen más preocupados por la economía que por la ecología, mientras la periodista Àngels Barceló (que tuvo una comentada reacción ante el anuncio del 23-J) se pregunta si economía y ecología son compatibles en su programa de La Ser. Hasta se ha podido ver la caradura de Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, ante el 23-J: se ha ofrecido a extender la vida útil de las nucleares, pese a que fue quien más presionó para cerrarlas. Y en el entretanto, ha quedado patente, una vez más, la contradicción verde y la caradura ‘verde’ de Ribera al no querer ‘fracking’ ni minas de uranio, pero hablar de la importancia de las materias primas ‘críticas’.
En paralelo, César Dopazo, doctor en Ingeniería Mecánica y ex director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), ha defendido que las nucleares españolas generan electricidad libre de gases de efecto invernadero y barata y que la revisión del PNIEC debe analizar la extensión de su vida útil, en un artículo publicado en The Objective. Asimismo, ha referido que la así como la inclusión de los reactores modulares pequeños -conocidos como SMR- en el mix eléctrico es una alternativa a medio y largo plazo que no puede excluirse. Por su parte, en su reciente visita a España, Fredrik Persson, presidente de BusinessEurope (la CEOE europea), ha apoyado todas las tecnologías que ayuden a descarbonizar y que no se puede excluir ninguna energía.
Esperemos que Ribera rectifique, pues es un error cerrar los reactores españoles y más cuando se vive “un maremoto nuclear mundial”, como refirió Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear (asociación que agrupa a la industria nuclear española), hace unos meses. Además, la postura española que lidera Ribera contradice lo que está sucediendo en el resto de Europa, principalmente en Francia, donde Emmanuel Macron ha acelerado en política verde ¡con la nuclear incluida, por supuesto! y este país lidera una alianza nuclear europea de 16 países. Además, Polonia, que apuesta por esta energía, se ha fijado en nuestro país para desarrollarla.