No hay otra opción: “Hay que cambiar los hábitos para rebajar la factura de la luz”, ha respondido este viernes Cani Fernández, durante el curso ‘La economía de la pandemia’, organizado por la APIE en la UIMP (Santander). El objetivo es disminuir la tensión que deben soportar las redes de transporte eléctrico durante ciertas horas del día -casi todas- para así evitar tener que invertir en ellas, lo que resultaría aún más caro para nuestros bolsillos.
Oiga, ¿y por qué las redes están sobrecargadas, si el consumo es inferior al que teníamos años atrás? ¿Por qué entonces no había ningún problema con el transporte eléctrico? Porque entonces éramos unos bárbaros, insensibles al cambio climático. Ahora sabemos que el CO2 es malísimo y que tenemos que descarbonizarnos al precio que sea. De momento, muy alto.
No hay alternativa, porque adaptar las redes nos saldría mucho más caro que adaptar nuestros hábitos de consumo. Lo que no es discutible -el dogma de la religión climática- es la descarbonización. No es el planeta para el hombre sino el hombre para el planeta. Esto no puede terminar bien, pero esa es otra historia.
Volvamos a Cani, que nos ha dejado una vía de escape. “Las franjas horarias se podrán modificar si hay cambios de hábitos de consumo” y las redes están más descongestionadas. Hasta ese momento, sigan buscando el mejor momento para poner la lavadora o hacer un buen cocido. “Se puede poner la lavadora a las 12 de la noche, a las 7 de la mañana o al mediodía, que es algo más barata”, ha señalado Cani.
Y lo de adelantar la hora valle a las 22 horas -actualmente comienza a las 12 de la noche-, está complicado: “Entre las 22:00 y las 00:00 hay mucho consumo eléctrico en España por el consumo televisivo”, ha afirmado. No obstante, siempre se ha dicho que la televisión es uno de los aparatos que menos electricidad consume de toda la casa.
En definitiva, nos vamos a descarbonizar aunque no queramos y al precio que sea, que es altísimo. Viviremos en la miseria, pero con el CO2 a raya. ¡Qué bien!
Cambiamos de asunto al de los expedientes abiertos a algunos bancos por la comercialización de préstamos ICO. Fernández cree que es positivo hacer pública la apertura de expedientes, algo de lo que se quejó el jueves el presidente de la AEB, José María Roldán, por la pena de telediario que implica.
Al parecer, la señora Fernández ha olvidado que sus exigencias como autoridad anti-monopolio, deben ir dirigidas a las empresa no a sus clientes, a las sociedades anónimas, no a las personas.