Y lo hace de cara a 2023 para afianzar su apuesta por valores defensivos, según el último informe trimestral de Berkshire Hathaway, el holding de inversiones de Warren Buffett, que acaba de enviar a la SEC.
El 'oráculo de Omaha' (me encanta el apodo) ha vendido la mayoría de sus acciones, el 86%, del fabricante de chips taiwanés TSMC, el mayor del mundo, tan solo tres meses después de revelar una posición de 4.900 millones de dólares. La desinversión se realizó durante el último trimestre de 2022.
Los expertos aseguran que este cambio es algo poco usual en Berkshire, que habitualmente busca inversiones a largo plazo. TSMC cuenta con la tecnología de fabricación más avanzada del mundo y controla más de la mitad del mercado mundial de chips. Sin embargo, se enfrenta a una brutal competencia de Intel y Samsung, con una inversión cada vez mayor.
La venta de una mayoría de las acciones de TSMC se suma a la desinversión en acciones de bancos como US Bancorp, el 91%, y Bank of New York Mellon, el 56%. Se mantiene, tal y como estaba, en Bank of America, que sigue representando la segunda mayor inversión de Berkshire con un peso del 11% en cartera y valorada en 33.500 millones de dólares.
El movimiento, en este caso de compra, que ha realizado Buffet en Apple, ha sido muy conservador. Se ha hecho con algunas acciones adicionales (un 0,04%) tras invertir unos 42 millones de dólares. Ahora controla el 5,6% del capital del fabricante del iPhone y es su tercer mayor accionista, por detrás de Vanguard y Blackrock, según publica La información.
También ha incrementado un 2,6% el peso en la productora de cine Paramount, donde mantiene títulos valorados en unos 1.600 millones.
La reforma de los planes de pensiones ha provocado pérdidas de 4.400 millones
Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones acaba de presentar el resumen del 2022 y las perspectivas para 2023 de la industria de la gestión de activos. Una presentación que estuvo marcada por los efectos que ha tenido sobre el sector la reforma del Gobierno de los planes de pensiones, a los que ha reducido las bonificaciones fiscales en el sistema individual de 8.000 euros a 1.500 y ha buscado fomentar los planes de pensiones de empleo.
El patrimonio de los planes de pensiones cerró el año pasado con 115.641 millones de euros, una caída del 9,7% con respecto a 2021, cuando se situó en máximos históricos al alcanzar los 127.000 millones. “En este 9,7% de caída influye el efecto mercado, todos los activos cayeron el año pasado y también la disminución de las aportaciones a consecuencia de las menores bonificaciones fiscales, explicó Luis Vadillo, presidente de la Agrupación de Fondos de Pensiones, para señalar que entre 2021 y 2022 “los planes de pensiones han perdido 4.400 millones de euros en aportaciones. Las medidas del Ejecutivo para fomentar el traspaso a los planes de pensiones de empleo, al menos por ahora, no están funcionando”.
Las previsiones para 2023 no son mejores. “Es previsible que las aportaciones se comporten de forma similar al año anterior lo que, unido a un probable mantenimiento de prestaciones brutas, puede generar un neto negativo de 1.000 millones de euros. Esta reducción de patrimonio por efecto de aportaciones netas podría compensarse con la rentabilidad esperada por mejoría de los mercados. En conjunto, se estima para 2023 un incremento patrimonial del 1%”, sostienen en Inverco.
El último fichaje de Biden: Lael Brainard, ex vicepresidenta de la Fed, liderará su equipo económico
Se trata de un fichaje que ha ocupado un buen número de páginas en los periódicos de la cosa económica, no solo en los EEUU, claro está, sino también en Europa.
Se dice que la llegada de Lael Brainard al núcleo duro del Gabinete Biden se puede definir como una vuelta de tuerca en su estrategia de vender a los estadounidenses que su plan económico funciona y que a él se suman pesos pesados del mundo financiero de los Estados Unidos.
La hasta ahora vicepresidenta de la Reserva Federal es ya la nueva directora del Consejo Económico Nacional, un puesto clave para coordinar la política económica de la Administración
Se dice, aunque el giro no se ha producido tras darle el “sí” a Joe Binden, que Lael Brainard ha pasado de ‘halcón a paloma’. Y me explico. La ex vicepresidenta de la Fed siempre apoyó en público la política monetaria de la Reserva Federal y la necesidad de una subida rápida y agresiva de los tipos de interés para combatir la inflación. Sin embargo, Brainard ha pasado a ser, últimamente, una firme defensora de la necesidad de frenar las subidas frente a quienes, como el propio presidente, Jerome Powell, apuestan por una línea más dura de la política monetaria.
En este sentido, hay quien pronostica que la marcha de Lael pueda inclinar la balanza en favor de los que apuestan por seguir endureciendo más el precio del dinero a pesar de que la inflación lleva siete meses consecutivos bajando y es probable que lo haga más en los próximos meses.