Decíamos en Hispanidad que la burbuja especulativa con las renovables sigue creciendo en España. Una de las últimas muestras se ha podido ver en la puja por Eolia, donde al final el fondo canadiense de pensiones Alberta Investment Management Corporation (Aimco) ha elegido a Engie, que da su segundo paso en España y lo hace junto a Crédit Agricole (más en concreto con su grupo asegurador, Crédit Agricole Assurances, que es líder en Francia).
La energética francesa ha ganado la puja por más de 2.000 millones de euros y se ha impuesto a las ofertas presentadas por Naturgy junto al fondo Plenium, la eléctrica italiana ERG y el proveedor de energía austríaco Verbund, los cuales habían mantenido su interés hasta el final. Engie controlará el 40% de Eolia y Crédit Agricole, el 60% restante; y se espera que la compra de Eolia se cierre el primer trimestre de 2022. Engie lo ha celebrado subiendo en bolsa un 2,29%, mientras Crédit Agricole ha tenido un alza ligera del 0,26%.
Con la venta de Eolia, Aimco saca una buena tajada: la compró por 1.400 millones en 2018 y ahora la vende por más de 2.000 millones, aprovechándose del gran apetito por las energías renovables
Eolia tiene 899 megavatios (MW) renovables activos -821 MW eólicos terrestres y 78 MW fotovoltaicos- y una cartera de proyectos de 1.200 MW. Esta compañía se fundó como un vehículo de inversión en renovables por N+1 (hoy Alantra) y varios bancos e inversores, en 2015 el fondo estadounidense Oaktree se la compró a otro grupo de bancos (Kutxabank, Bankinter, Preneal, BNM y Banco Sabadell) y en 2018 fue adquirida por Aimco. Ahora este último saca una buena tajada: la compró por 1.400 millones y la vende por más de 2.000 millones, aprovechándose del gran apetito por las energías renovables.
Por su parte, Engie hace un movimiento que contribuye en su objetivo de alcanzar los 50.000 MW de nueva capacidad verde al final del periodo 2022-2025 y da un segundo paso en Iberia, tras haber comprado la cartera hidroeléctrica de EDP en Portugal, y ya tiene 2.900 MW. Con la compra de Eolia, Engie evitará 726.000 toneladas de emisiones CO2 cada año, aunque tendrá un impacto neto de deuda financiera de 400 millones, y no hay que olvidar que está en pleno proceso de revisión estratégica y rotación de activos (ya ha vendido su participación en Suez a Veolia y venderá su filial de servicios energéticos a Bouygues, por ejemplo). Por su parte, Crédit Agricole presume de afianzar sus compromisos a favor del clima y por una economía baja en carbono.