Llegan más muestras de la burbuja especulativa con renovables que hay en España y fuera, que sigue creciendo y que tiene doble naturaleza, como hemos señalado numerosas veces en Hispanidad y sobre la que ha llegado a advertir el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Ahora Fernando Romero, fundador, consejero delegado y principal accionista de EiDF, ha querido demostrar que sigue creyendo en esta compañía de renovables… y lo ha tirando de chequera: ha comprado 70.246 acciones entre los días 29 y 30 de agosto, a un precio medio de entre 8,29 euros y 4,18 euros, por lo que ha desembolsado un total de 575.763 euros, según la información que se ha remitido al BME Growth.

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La compra de acciones no ha sido casual, sino que se ha producido después de que la empresa pontevedresa de autoconsumo fotovoltaico, generación y comercialización de energía 100% renovable se diera un fuerte batacazo en su regreso al parqué, después de tener suspendida su cotización desde el pasado 14 de abril. En aquel momento su capitalización bursátil ascendía a 1.721 millones de euros y ahora se sitúa en 362,7 millones, es decir, que ha perdido 1.358,3 millones en su vuelta al mercado. Esto se debe al retraso y la reformulación de cuentas, así como al enfrentamiento con PwC y la CNMV, un lío al que se han sumado algunas aclaraciones por parte de la compañía ante las noticias que han ido surgiendo (en concreto, ha negado la venta de activos estratégicos y ha desmentido el inicio de un ERE) y también un informe de KPMG para desmentir las irregularidades que el forensic de Deloitte encontró en la compañía el pasado julio en el que se afirma que “no existen negocios jurídico simulados, ni de otra forma anómalos (fraudulentos, fiduciarios o indirectos)”. 

En este contexto, y teniendo en cuenta la reciente compra de acciones por parte de Romero, no hay que olvidar que EiDF ha abierto la búsqueda de un nuevo consejero delegado y se ha dado un plazo de seis meses, aunque el regulador bursátil que preside Rodrigo Buenaventura querría que hubiera más agilidad. Parece que Romero podría estar dispuesto a dejar de ser primer ejecutivo de EiDF, pero no su primer accionista, por lo que ha comprado más acciones a través de su sociedad (Prosol Energía), a pesar de que ya controlaba el 77,06% del capital de la compañía que fundó en 2008.