Con los resultados del primer semestre, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) ha vuelto a demostrar que le va bien en solitario... y sigue sin tener la intención de entrar en Talgo. Este último ha tenido también buenos números, pero es más noticia por la chapuza del Gobierno, que recurrió al checo Skoda para contrarrestar la OPA del húngaro Ganz-Mavag, y le buscó socios -Criteria Caixa -que todavía se resiste- y Escribano, entre otros, mientras que CAF y Stadler se negaron.

El fabricante de trenes y autobuses con sede en Beasáin (Guipúzcoa) ha logrado más ventas y beneficio hasta junio... y con menores pedidos, como se vio en el primer trimestre. Sin embargo, también ha crecido la deuda... y preocupa el conflicto de Gaza entre Israel y Hamás, que supone “un riesgo de incertidumbre” para dos proyectos: la ampliación del tren ligero en Jerusalén y el suministro de tranvías para Tel Aviv.

Los ingresos han aumentado un 11%, a 1.877 millones de euros, impulsados por el segmento ferroviario (1.647 millones, un 15% más) por el avance de algunos proyectos. Mientras, el negocio de autobuses Solaris ha facturado 453 millones (-3%) frente a la comparativa con el mismo periodo del año pasado, cuando tuvo una excepcional cifra de entregas. Eso sí, CAF prevé un elevado volumen de entregas para la segunda mitad del año.

El conflicto de Gaza entre Israel y Hamás, que supone “un riesgo de incertidumbre” para dos proyectos: la ampliación del tren ligero en Jerusalén y el suministro de tranvías para Tel Aviv

Por su parte, el resultado neto de explotación (ebit) ha crecido un 20%, a 102 millones; y el margen ebit ha pasado del 4,5% al 4,9%, lo que refleja que continúa la senda de mejora de la rentabilidad. En esto, ha contribuido la buena evolución del resultado financiero (ha pasado de -29 millones a -25 millones) debido al positivo rendimiento de los excedentes de tesorería y los menores gastos financieros (-8%, entre ellos, el asociado a la deuda). Y el beneficio neto atribuido se ha disparado un 52%, pasando de 34 millones a 52 millones.

A la vista de las cifras, se vuelve a comprobar que la elevada diversificación de CAF le sale a cuenta, pues ingresa 2.080 millones y gana 52 millones en el primer semestre, frente a los 346,1 millones y 14,6 millones de Talgo, que no está tan diversificada y está más centrada en alta velocidad. Eso sí, en deuda financiera neta, ninguno de los dos fabricantes ha tenido buenas noticias en el semestre: la de CAF ha crecido un 11%, a 284 millones, aunque mantiene el ratio de 0,9 veces el ebitda (resultado bruto de explotación); mientras la de Talgo se ha duplicado, alcanzando los 357 millones.

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La contratación de CAF ha descendido un 12%, hasta 1.723 millones, algo que se ha notado en la cartera total de proyectos (13.843 millones, un 3% menos). Eso sí, el fabricante ferroviario que tiene como CEO a Javier Martínez Ojinaga ha destacado que la cifra es elevada y garantiza carga de trabajo y crecimiento, en línea con lo previsto en el Plan Estratégico a 2026. Asimismo, tiene unos 170 millones adicionales en adjudicaciones pendientes de firma y hasta 900 millones en opciones futuras asociadas a contrataciones del segundo trimestre. Además, la liquidez ha ascendido a 926 millones, hasta junio, y la generación de caja va en línea con lo previsto a principios de año.

CAF ha confirmado sus previsiones anuales al dar a conocer los resultados semestrales en la tarde del 31 de julio, a la hora de la siesta. Quizá dicha hora y la incertidumbre en Gaza penalizó las cifras, pues la cotización bajó un 1,55%, algo por encima del Ibex (-1,23%). Eso sí, en la sesión de este primero de agosto, la cotización sube un 1,29%, muy por encima del selectivo español (-0,44%).  Y esto habrá sacado más de una sonrisa a los accionistas, entre ellos: los propios empleados, que son dueños del 24,973% del capital; Kutxabank (14,056%); Indumenta Pueri -el holding familiar de los hermanos Domínguez de la Maza, que son propietarios, entre otras cosas, de la marca de ropa infantil Mayoral-, con un 5,022% del capital; Daniel Bravo (5%), el Instituto Vasco de Finanzas (3%) y la gestora de inversión independiente Invesco (1,107%).