Se ha desatado el caos en la comunicación en Iberdrola tras el fichaje de Antonio Miguel Carmona que no ha gustado nada a los socialistas, aunque las aguas llevaban algo revueltas desde hace tiempo y se había contratado a asesores externos. El economista y tertuliano Carmona, que ahora impartía clases en la Universidad San Pablo CEU, será vicepresidente no ejecutivo de Iberdrola España y se dedicará a mejorar la imagen de Ignacio S. Galán, presidente y CEO del grupo Iberdrola.
Una responsabilidad que no es baladí, teniendo en cuenta que el vicepresidente de una compañía no suele mandar nada (en la filial española le toca a Francisco Martínez Córcoles, consejero y director general de negocios del grupo Iberdrola). Claro que esto tendrá efectos para directivos, sobre todo del área de comunicación, marketing y relaciones institucionales, y algunos nombres ya han sido citados por El Independiente. Además, no se hace en un momento cualquiera: Galán sigue imputado en el ‘caso Villarejo’, el precio de la luz continúa encadenando récords y el pulso de las eléctricas con Teresa Ribera.
Galán está obsesionado con tener presencia en los medios de comunicación no sólo a través de las noticias, sino también del apoyo financiero publicitario y de la entrada de su yerno, David Mesonero, en PRISA
Con el nuevo encargo que tendrá Carmona, Ignacio Cuenca, director de Relaciones con Inversores y Comunicación del grupo Iberdrola, queda fuera de juego. Pero no sólo eso: al penúltimo en llegar, Ricardo Hernández (se incorporó como director global de Comunicación el pasado abril procedente de Mondelez), se le está buscando acomodo en otro departamento y también podría versa afectado Juan Pardo de Santayana, director del gabinete de presidencia del grupo Iberdrola y consejero de Iberdrola España, Iberdrola México e Iberdrola Energía Internacional. Además, Aitor Moso, presidente de Iberdrola Clientes España, y Roberto Fernández Albendea, director de Responsabilidad Social Corporativa y Reputación del grupo Iberdrola, están en horas bajas por el vaciado de los embalses (una práctica que fue legal, pero que investigó la CNMC por orden de Ribera) y el ‘caso Villarejo’, respectivamente.
Y ante el polémico fichaje de Carmona, conviene destacar que aún colea el fichaje del yerno de Galán, David Mesonero, como director financiero de PRISA. Recuerden la obsesión de su suegro por tener presencia en los medios de comunicación no sólo a través de las noticias, sino también del apoyo financiero publicitario y de la entrada de Mesonero en PRISA, donde manda junto a Miguel Barroso. Este último prepara una Netflix, a mayor gloria de Pedro Sánchez… y que la pague Telefónica, pero no se puede perder de vista que los Godó han contratado a Iván Redondo y siguen persiguiendo el objetivo de hacerse con el control de PRISA.
Claro que ante este caos en la comunicación no hay que olvidar que Iberdrola ha perdido recientemente la medalla de plata en capitalización del Ibex, que tras 20 meses le ha quitado el Banco Santander. Tanto la eléctrica como el banco valen en torno 56.000 millones de euros, con una diferencia de unos 166 millones este miércoles, lejos de Inditex, que es la primera capitalizada del Ibex con 95.744 millones.