En el sector del automóvil también hay ejecutivos bien pagados incluso superan algunas remuneraciones que se dan en energía, destacando a Ignacio S. Galán. Y es que el portugués Carlos Tavares ha tenido una remuneración de 23,4 millones de euros en 2022, tras los resultados récord de Stellantis, pero ojo, porque puede no gustar a los accionistas.
El CEO del grupo surgido de la acertada fusión entre el francés PSA y el italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) ha elevado su ‘premio’, después no sólo de los buenos resultados sino de superar con creces y antes de lo previsto las sinergias. Según El Economista, Tavares ha recibido 23,4 millones, un 22,4% más que el año anterior (19,1 millones), una cifra que no gustó a los accionistas (entre ellos, al Estado francés, en especial al ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire). De estos 23,4 millones, el 91,4% corresponde a retribuciones variables, aunque la cifra de salario y acciones devengadas ha sido de 14,9 millones (-12,6%). Por su parte, el presidente de Stellantis, John Elkann (representante del primer accionista -la familia Agnelli a través del vehículo de inversión Exor, que también controla Ferrari, CNH Industrial e Iveco-) rebajó su remuneración un 25,8%, a 5,8 millones.
En total, Stellantis destinó 31,1 millones (+8%) a remunerar a los miembros de su consejo de administración y de los que el 75,3% fueron para Tavares por su gran gestión. Aunque el directivo portugués ha sido el más premiado, cabe destacar que los trabajadores y accionistas también ha recibido parte: el salario medio de los primeros ha crecido un 10% en 2022, a unos 64.328 euros, y tras los resultados récord se repartirán 2.000 millones en participación de los beneficios y bonos variables; mientras los segundos se distribuirán 4.200 millones vía dividendos. Además, no hay que olvidar que la capitalización de Stellantis asciende a 53.600 millones.