En la tarde del próximo jueves 20 se celebrará la Junta General de Accionistas del Sabadell y menos de 24 horas después, en la mañana del viernes 21, la del BBVA. Ya saben que, por regla general y salvo alguna excepción muy excepcional, las juntas de accionistas no deparan ninguna sorpresa. Lo interesante, también en esta ocasión, será escuchar la voz de los minoritarios en plena opa hostil del BBVA sobre el Sabadell.

De momento, la pelota continúa en el tejado de la CNMC, pero ya falta muy poco para que dicte sentencia. En cualquier caso, lo que está claro es que Carlos Torres se ha metido en un buen lío y que la opa, salga adelante o no, le va a salir muy cara.

Por cierto, una de las primeras decisiones, si triunfa la opa, será reducir el Consejo del Sabadell. ¿Por qué va a despedir a los administradores del Sabadell, un banco que funciona tan bien, hasta el punto de interesar al BBVA? Da la impresión de que hemos pasado de una opa amistosa a una, no ya hostil, sino vengativa.

Pero a lo que vamos. Partiendo de la base de que la CNMC no podrá demasiadas pegas, en lo que sí coincide el mercado es que Torres tendrá que mejorar la oferta si quiere atraer al 51% de los accionistas del Sabadell. Pero es que, además, tendría que poner más dinero para hacerse con la totalidad de las acciones… y eso después de haber mejorado la oferta. Estamos hablando de mucho dinero que condicionaría el futuro del banco y su cotización.

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Y si la opa no saliera adelante y se quedara por debajo del 50%, la broma le saldría todavía más cara y, encima, con menos visos de terminar bien. ¿Reproducir el modelo Santander-Banesto? Salvando las distancias, que son muchas -para empezar, Banesto era un banco intervenido-, no sería una solución sino un problema. Y al BCE no le gustan los problemas.