No nos engañemos: la huída de Ferrovial a Amsterdam no ha servido para que el común de los españoles apoye al Gobierno, a pesar de la durísima campaña de RTVE y otros medios pro-Sánchez. Desde luego, el estamento empresarial ha cerrado filas con Rafael del Pino. Especialmente la patronal más importante de todas, el Instituto de Empresa Familiar (IEF). En la mañana del miércoles 8 emitía un duro comunicado alegando que no se insultara más a los empresarios desde Moncloa. Los empresarios recuerdan que no sólo es el cotizar en Wall Street lo que facilita la financiación de una empresa constructora, compañías que, por principio, mantienen un apalancamiento elevadísimo. Es que, además, el rating de Holanda es mejor que el de España, por lo que, al radicarse en Países Bajos la financiación de Ferrovial es mucho más barata.
Además, por otra parte, no se perdona las alusiones personales a la familia Del Pino, cuya fortuna cotiza en España y no como la del presidente del Grupo Prisa, uno de los más duros con la decisión de Ferrovial, Joseph Oughourlian, cuyo patrimonio sí está radicado en el exterior.
Más que de inseguridad jurídica, los empresarios se quejan de "diarrea normativa" y de ataques de poder político a las empresas españolas: "Sánchez sólo recibe a presidentes de multinacionales. Con las empresas españolas, ni se habla
La pelea entre el Gobierno Sánchez y los empresarios españoles ha llegado a tal punto que tanto el Instituto de Empresa Familia, como en la CEOE, predicen que el caso Ferrovial ha sido el primero pero no va a ser el útlimo. Se quejan los empresarios de que el Ejecutivo español no apoya a la empresa española. Todo lo contrario, sus ministros se dedican al insulto directo o, como el presidente Sánchez, a vituperar a la presidenta del Santander, Ana Botín, o al de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
Sánchez no deja de recibir a los presidentes de multinacionales extranjeras, como George Soros o Bill Gates, todos ellos alineados con el Nuevo Orden Mundial (NOM), pero ni se habla con los empresarios españoles. En el IEF recuerdan que se le ha invitado a asistir a su Asamblea Anual los últimos tres años sin recibir respuesta.
El caso Indra ha disparado las acusaciones sobre injerencia de Moncloa en el mundo de la empresa: hablamos de la 'Smart people'
En cualquier caso, lo más grave es esa "diarrea normativa" que en palabras de un dirigente empresarial español resulta mucho más relevante que la mera inseguridad jurídica y que, además... crea inseguridad jurídica: cada día te encuentras con una nueva ocurrencia y más que la presión impositiva nos preocupa la burocracia que ralentiza cualquier proyecto empresarial.
Y la última acusación, disparada ahora con el caso Indra, es la de injerencia gubernamental en la vida interna de las empresas. Es esa 'Smart People' pro-PSOE que comenzó a crear el defenestrado Iván Redondo y de la que ya hemos hablado en Hispanidad.
En resumen, las relaciones entre Pedro Sánchez y el empresariado español nunca han sido buenas, pero tampoco se había creado el actual estado de tensión extrema.