El juez de la Audiencia Nacional que lleva el Caso Popular, José Luis Calama, ha estallado. Empezando por el final: ha comunicado al FROB, ahora liderado por Paula Conthe, pero en el periodo de autos por Jaime Ponce, que le remita los correos electrónicos entre esa organización dependiente del Gobierno español y encargada de los bancos en crisis y Junta Única de Resolución bancaria europea (JUR), que dirige la inquietante Elke König… sin tachaduras… y sin cachondeos.
Pero el sarcasmo no acaba ahí, porque ante las presiones recibidas, la presidenta del FROB le dice al juez que la JUR no quiere que le envíe documentación y el juez, se supone, se habrá subido por las paredes con increíble elegancia, y le respondido a doña Paula que este es un caso penal en un órgano judicial español… y que ella es española, para ser exactos la hija del expresidente de la CNMV, Manolo Conthe.Recuerden: el caso Popular como tal, esto es, si los accionistas y bonistas tienen derecho a indemnización, porque la JUR cometió una cacicada, se dirime en Europa. Pero lo que se dirime en la Audiencia Nacional son las responsabilidades penales de los equipos directivos de Ángel Ron y Emilio Saracho. No necesito explicarles que lo uno y lo otro están directamente relacionados.
Pero el asunto no acaba ahí. Como hemos repetido en Hispanidad, el juez Calama sospecha que no había motivos para intervenir el Popular. Recuérdese que tal intervención terminó en la venta al Santander por un euro, en una pretendida subasta perpetrada con nocturnidad y alevosía. Sí, también alevosía porque allí sólo se presentó el Santander y la BBVA se le aconsejó que no acudiera. Es decir, que Elke Kónig se lo prohibió.
Ahora bien, el juez va más allá y se pregunta si el Popular estaba tan mal como para ser intervenido. Se pregunta si Elke König realizó unas maniobras con fuego real donde se trataba de intervenir y eliminar un banco con la cesión a otro por un euro.
Con este sistema los contribuyentes no tendrían que pagar nada y pagarían los accionistas. De esta forma, se marcaría el modelo para la futura liquidación de bancos en crisis, que es el cometido de la JUR.
El ex del FROB, Jaime Ponce advirtió a König que estaba hundiendo al Popular con sus declaraciones. Y no está dispuesta a callarse
Y todo esto de que paguen los accionistas y no los contribuyentes está muy ien, a todos nos parece justo. Ahora bien, si König quería hacer un ensayo de crisis debió hacerlo con un banco que estuviera en crisis, y no con el Popular, que no lo estaba. Porque entonces no es que el accionista asuma un riesgo sino que al accionista se le está robando su patrimonio.
Y claro, cuando la JUR fuerza la intervención y resulta que su directora ha estado poniendo al Popular como no digan dueñas en una entrevista, y encima los peritos del Banco de España aseguran que en el momento de la intervención el Popular valía 11.000 millones de euros… pues a lo mejor es que debió elegirse un banco en crisis para el ensayo y no el Popular.
Y si resulta que la causa penal en España repercute sobre la decisión europea… pues al sistema bancario europeo le va a salir la broma le va a salir muy cara.
Mientras, en la JUR de Bruselas se empeñan en desacreditar a la justicia española para huir de la quema
En cualquier caso, Jaime Ponce Huerta ha colocado el caso Popular en un punto de no retorno, Cunado la propia sucursal de la JUR en España (no es así pero podemos leerlo así), el propio FROB, le dice a su casi jefa europea que está metiendo la pata y que es ella quien puede estar hundiendo al Popular… pues no hace falta ser juez para comprender que estamos ante algo raro.
Por cierto, el Santander siempre ha anticipado que ellos pasaban por allí y que no tiene nada que ver con la intervención. Con ello se cura en salud por si le piden indemnizaciones. Pero, por el momento, las indemnizaciones corresponderían a Europa. Lo digo porque, de momento, en el jueguecito de los correos electrónicos ha aparecido en escena Uría y Menéndez, siempre ligados a Saracho y aún más al Santander.
Si König quería hacer un ensayo de crisis debió hacerlo con un banco que estuviera en crisis, y no con el Popular, que no lo estaba
No olviden que Elke König es alemana y que su carrera podría acabar más que mal si los tribunales echan por tierra su gran teoría liquidatoria. Teoría que, por cierto, comenzó en el Popular… y acabará en él.