Catar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (estos dos últimos países han sido recientemente incorporados, junto a otros cuatro, al grupo de los BRICS -que hasta ahora sólo integraba a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- en la cumbre celebrada en Johannesburgo)... continúan dando pasos en su colonización de Occidente. El World Padel Tour (WPT), es decir, el circuito mundial de pádel profesional, es su última presa, por ahora, pues le seguirán muchas más.

El fondo de inversión Qatar Sports Investment (QSI) que preside el jeque Nasser Al-Khelaïfi (propietario y presidente del equipo de fútbol francés PSG) ha sido el comprador del WPT, tal y como ha adelantado y confirmado Expansión. Damm, la compañía presidida por Demetrio Carceller y dueña de la organizadora del WPT (Setpoint Events), ha decidido darle el pase. Una compraventa que pondrá fin a las disputas que surgieron después de que Al-Khelaïfi creara un torneo de pádel paralelo en 2022 denominado Premier Padel y multiplicara los premios a los jugadores, provocando incluso denuncias a los jugadores que también optaron por participar en el torneo catarí. Así, el citado jeque, y extenista, se saldrá con la suya: ambos torneos se unirán en uno sólo y él los liderará a partir de 2024. ¡Olé!

Arabia Saudí ha logrado que se vayan a combinar los negocios y derechos comerciales de los actuales tres grandes circuitos de golf (el estadounidense PGA Tour, el europeo DP World Tour y el saudí LIV Golf) en una nueva entidad

Esto recuerda bastante a lo que ha sucedido en el golf en los últimos tiempos, pero en este caso por obra de Arabia Saudí, a través del Fondo de Inversión Pública saudí (PIF), y también se ha salido con la suya. Al final, ha logrado que se vayan a combinar los negocios y derechos comerciales de los actuales tres grandes circuitos de golf (el estadounidense PGA Tour, el europeo DP World Tour y el saudí LIV Golf) en una nueva entidad que tendrá a los mejores jugadores del mundo a partir de 2024, como informó El Blog Salmón hace algo más de dos meses.

Paz y victoria para los árabes, tras una disputa que empezó después de que LIV Golf (creado en 2021) decidiera desembolsar una gran cantidad de dinero (ya saben que en suelo saudí si hay algo que sobra es pasta, más bien, petrodólares) para atraer a los mejores jugadores del PGA Tour, pero este circuito no se quedó parado y les prohibió tajantemente participar en el torno saudí. Así, se dieron dos bandos: por un lado, los golfistas que disputaban el PGA Tour y el DP World Tour (entre ellos, Jon Rahm y Justin Thomas) y por otro, los que aceptaron la oferta saudí (Sergio García, Phil Mickelson y Cameron Smith, entre otros ejemplos). Y empezaron los pleitos: LIV Golf demandó al PGA Tour el año pasado y este le contrademandó, acusando a los saudíes de presionar de forma ilegal a los golfistas ofreciéndoles grandes sumas de dinero, aunque el gran juicio no se esperaba hasta mayo del año que viene. Al final, la paz ha llegado con un acuerdo entre los circuitos (y seguramente también mucho dinero) y que FPI invertirá miles de millones. Además, hasta García refirió que “hemos ganado mucho dinero, pero no ha sido una sensación bonita”, en una entrevista en El Mundo, tras las críticas que recibió cuando fichó por LIV. Unas palabras que llegaron días después de mostrarse “superemocionado” por competir en el circuito saudí en su “campo favorito”, el Real Club Valderrama de San Roque (Cádiz).

Arabia Saudí ha logrado atraer a Cristiano Ronaldo, Karim Benzemá y Neymar para que disputen en su liga su última etapa como futbolistas a cambio de grandes sumas de dinero, claro que también ha fichado al joven Gabri Veiga, de 21 años

Al pádel y el golf se suma el fútbol. Recuerden que Arabia Saudí ha logrado atraer a Cristiano Ronaldo, Karim Benzemá y Neymar para que disputen en su liga su última etapa como futbolistas a cambio de grandes sumas de dinero, claro que también ha fichado al joven Gabri Veiga, de 21 años, que al final no volará del Celta de Vigo al Nápoles, sino al Al-Ahli saudí. Tampoco hay que olvidar que el jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani es propietario del Málaga Club de Fútbol desde junio de 2010, que el jeque catarí Nasser Al-Khelaïfi es dueño total del PSG desde 2012 y que el año pasado Catar fue sede del Mundial de Fútbol. Es más, precisamente este último torneo fue usado por Catar como maniobra de distracción para firmar un histórico contrato de suministro de gas natural licuado (GNL) con China y no olviden que la construcción de todas las infraestructuras para dicho Mundial fue una gran muestra de esclavismo y causó miles de muertos

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Y es que a los países del Golfo Pérsico les vale todo para lograr su objetivo de colonizar Occidente y así también blanquear sus regímenes musulmanes (algo en lo que han tenido algo de ayuda de Joe Biden), e incluso entran en el soborno a Europa, pero pese a todo esto en España se rinde pleitesía al emir catarí. Usan de todo, desde los deportes como ya hemos visto, a la energía (sobre todo, petróleo y gas) y las participaciones en distintas empresas: por ejemplo, Catar es el primer accionista de Iberdrola, IAG y Colonial; está presente en el capital de El Corte Inglés, PRISA, Barclays, Credit Suisse, Volkswagen, Deutsche Bank, Lagardère, Shell, Avangrid -filial de EEUU de Iberdrola-, Hochtief -filial alemana de ACS-, por ejemplo; y además participa en Sainsbury’s, en la sociedad propietaria del Empire State de Nueva York, y en HAL-el gestor del aeropuerto de Heathrow que tiene como primer accionista a Ferrovial-; y fondo soberano de Abu Dabi, Mubadala, es el primer accionista de Cepsa.