Tenía contrato hasta 2024, pero Tobías Martínez anunció este miércoles su dimisión como consejero delegado de Cellnex. Y es que, tras ocho años de exitoso crecimiento -supera a Telefónica en capitalización bursátil-, la compañía, controlada por los fondos, se dispone a entrar en una nueva etapa, con el horizonte puesto en el reparto de un dividendo fuerte a partir de 2024, como adelantó Hispanidad.
La salida de Martínez se hará efectiva tras la próxima Junta General de Accionistas, prevista para el 1 de junio, según consta en el comunicado remitido este miércoles por la compañía, que ya ha comenzado la búsqueda de candidatos para sucederle.
Uno de los mejor situados, en cualquier caso, es Álex Mestre, que ha acompañado a Martínez como su número dos durante todos estos años, en calidad de viceconsejero delegado del grupo. “El Consejo ha manifestado que Cellnex cuenta con excelente y experimentado equipo de dirección que asegurará una transición fluida y ordenada”, afirma la compañía en el comunicado.
El legado de Martínez es impresionante. En ocho años ha convertido la antigua Abertis Telecom, hermana pequeña de la división de concesiones y de la de satélites (Hispasat) del grupo, en una de las grandes del Ibex, con una capitalización bursátil de 22.600 millones de euros, solo inferior a la de Inditex, Iberdrola, Santander, BBVA, Caixabank y Naturgy.
Estamos hablando de un crecimiento vertiginoso gracias al que algunos denominan ya como el ‘modelo Cellnex’, donde lo importante es el crecimiento y no los resultados, la deuda o el dividendo
Eso lo ha logrado tras invertir 40.000 millones de euros en 40 procesos de compra y captar 14.700 millones en cuatro ampliaciones de capital exitosas, ejecutadas en 18 meses (entre 2019 y 2021). En esos ocho años ha pasado de 7.500 torres de telecomunicaciones en un solo país a 138.000 en 12 países. Los dos únicos puntos negros fueron Alemania, donde Deutsche Telekom optó por vender sus torres a fondos, y Telefónica, cuyos activos (Telxius) terminaron en manos de American Tower.
Sea como fuere, estamos hablando de un crecimiento vertiginoso gracias al que algunos denominan ya como el ‘modelo Cellnex’, donde lo importante es el crecimiento y no los resultados, la deuda o el dividendo. La ganancia para los accionistas ha sido la revalorización del 175,6% de sus títulos, desde que salió a bolsa, en mayo de 2015.
Aunque los fondos no entran en la gestión, entre todos suman una participación muy superior a las de los Benetton y Criteria
Pero el modelo Cellnex ha llegado a su fin y aunque la gran mayoría de los analistas continúa apostando por la compañía, lo cierto es que 2022 fue su peor año en bolsa, con una caída del 22%, algo que puso nerviosos a los fondos que, aunque no entran en la gestión, entre todos suman una participación muy superior a las de los Benetton (Edizione, 8,5%) y Criteria (4,7%).
Es decir, Cellnex entra en una nueva etapa de reducción de deuda aunque sin apartar la mirada para aprovechar cualquier oportunidad de compra que surja. Y para liderar esa etapa, uno de los mejor situados es Álex Mestre. De momento, el mercado se ha tomado muy mal la salida de Martínez y las acciones de Cellnex cayeron un 2,4% este miércoles, con un Ibex estancado (+0,1).