Este jueves, se ha constatado que la empresa española no goza de buena salud, según los datos de 2021 y de los tres primeros trimestres de 2022 recogidos en la Central de Balances que elabora el Banco de España. Y es que el margen de nuestras empresas se ha reducido ligeramente en lo que va de año y permanece por debajo del nivel de 2019, es decir, del nivel preCovid.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que las empresas no han recuperado su margen sobre ventas porque no han llegado a trasladar todo el aumento en sus costes de producción a los precios de venta. Y al organismo supervisor del sistema bancario español le preocupa el impacto de una segunda vuelta, es decir, que las empresas trasladen del todo dicho incremento de costes a los precios de sus productos, y podrían verse obligadas a hacerlo... Además, ha detallado que las empresas que partían con un margen más elevado -es decir, las que operan en sectores intensivos en el uso de energía y petróleo, y las exportadoras- han tenido una evolución más desfavorable de su margen sobre ventas; mientras que las empresas que tenían una posición patrimonial más débil han elevado sus márgenes sobre ventas en comparación con el resto de empresas.
Gavilán ha destacado que, por ahora, se nota poco la subida de los tipos de interés en el coste medio de la deuda empresarial (ha pasado del 1,5% al 1,7%). Eso sí, cree que se sentirá más a medida que las compañías financien deudas actuales o asuman nuevos préstamos.
En 2021, la actividad empresarial se ha recuperado con cierto vigor, aunque incompleta, y las compañías han podido mejorar su posición financiera, recuperación que ha continuado en los tres primeros trimestres de este año
En 2021, la actividad empresarial se ha recuperado con cierto vigor, aunque incompleta, y las compañías han podido mejorar su posición financiera (es decir, sus niveles de rentabilidad). La cifra de negocios ha pasado de caer un 13% en 2020 a subir un 16% en 2021, superando niveles de 2019; algo que no ha sucedido con los resultados de explotación (compuestos del resultado económico bruto y el valor añadido bruto). Una recuperación de la actividad empresarial que ha continuado en los tres primeros trimestres de este año, aunque los consumos intermedios (coste de energía y de materias primas) se han disparado un 54%. Y es que el resultado económico bruto (REB) ha pasado de caer un 40% en 2020 a subir cerca de un 40% en los tres primeros trimestres de 2022 respecto a los niveles de 2019, destacado el fuerte aumento en el apartado de resto de actividades (fundamentalmente transporte) y el descenso en la industria (excluyendo al refino). Por su parte, el resultado ordinario neto ha superado ligeramente el de 2019, aunque la rentabilidad ordinaria del activo se ha quedado a poca distancia de hacerlo también (se ha situado en el 4,2%, frente al 4,5% de 2019). Eso sí, también hay que tener en cuenta que las magnitudes están algo distorsionadas por el impacto inflacionista.
El mayor dinamismo del REB frente a los gastos de personal (han subido un 6,9%) ha incrementado el margen empresarial sobre valor añadido bruto (VAB), que ha retornado a niveles de 2019. Es decir, dicho margen ha subido respecto a 2021, por lo que las empresas han recuperado la parte de la tarta que habían perdido en 2020 en beneficio de los trabajadores.