No se pierdan ni un solo mojón de la merienda de negros (tranquilo Google: no es racismo, es una novela del laureado escritor Evelyn Waugh) que se vive en el Distrito C: Prisa comunica que ha nombrado a Fran Llorente director de su División de Vídeo. Lo cual es bello e instructivo porque la tal división de Vídeo no existe. Bueno, si existe es nominal porque, en España, PRISA produce libros, prensa y radio, no vídeo, que perdió con el Canal+... hoy subsumido en Movistar+.
Pero mírenlo así: el que manda a día de hoy en El País y la SER es Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación con Rodríguez Zapatero. Cuando estaba en Moncloa y controlaba la televisión pública, Barroso nombró director de Informativos de RTVE a Fran Llorente y a Pepa Bueno la colocó al frente del telediario segunda edición, el más influyente.
Ahora se los ha traído de nuevo: Bueno dirige El País y Llorente será el encargado de montar la nueva televisión de PRISA a partir de Movistar+, la plataforma de vídeo de Telefónica.
En el entretanto, Vivendi, masonería francesa, pacta con Sánchez, masonería española, el control de El País, la Ser... y Movistar+. Pronto llegarán a un acuerdo
Para entendernos: PRISA nombra a Fran Llorente director de la división de Vídeo... que no existe, pero que auspicia y prepara la televisión del Sanchismo, producto de una fusión ideológica entre Movistar+ y PRISA.
Dicho de otro modo: Barroso pretende ofrecerle a Pedro Sánchez su nueva TV. Y claro, en Telefónica, Pallete sufre presiones externas e internas para que financie la tele de Sánchez con el siguiente mandamiento: paga y calla.
Y sí, he dicho internas, porque el grupo de consejeros y directivos pro-PSOE de Telefónica es cada vez más poderoso y está cada vez más activo. Ya no sólo se circunscribe al amigo de Zapatero, el consejero de la teleco, Javier de Paz, sino que se extiende por la compañía bajo el principio, más bien amenaza, de que hay que llevarse bien con Moncloa por la cuenta que nos trae. Por lo general, Moncloa se aprovecha de las compañías que pretenden llevarse bien con ella mientras respeta a aquellas que no se dejan subyugar. Y esto vale para sectores libres o regulados.
Como no hay dos sin tres, en el entretanto, Vivendi, o sea, los Bolloré, uno de los alfiles actuales de la masonería francesa, pactan con Pedro Sánchez, masonería española con escasa estirpe, simple filial de la masonería norteamericana, el control de El País, de la Ser... y Movistar+.
Cuando Barroso, como director de propaganda de Zapatero, mandaba en RTVE, nombró a Llorente director de informativos, con Pepa Bueno al frente del telediario de más audiencia: ahora recupera a ambos
La quisicosa de solicitar al Gobierno pasar del 10 al 30% de la participación en PRISA, no era más que una póliza legal. Joseph Oughourlian, presidente de PRISA y el hombre de Amber, ya ha cumplido su papel y, aunque le encanta la Presidencia, ya le han advertido que debe dar un paso atrás.
Ahora bien, una cosa es que todos seamos progres y otra cosa es que yo, Pedro Sánchez, te tenga que ceder a ti, Vivendi, el control del mayor grupo informativo de España, así, sin más, por la hermandad exigible entre los hijos de la viuda. En un principio Sánchez se molestó, en un segundo tiempo, a lo mejor reduce la participación de Vivendi en PRISA, pero le dejará mandar mientras ahí figure su fiel escudero, Miguel Barroso, un masoncete que sabe moverse igual de bien en WPP, una de las mayores multinacionales de publicidad del mundo, como en la China comunista. Pues bueno es él.
Y sí, cuando Barroso, como director de propaganda de Zapatero, mandaba en RTVE, nombró a Llorente director de informativos con Pepa Bueno al frente del telediario de más audiencia: ahora les ha recobrado a los dos. Pero Llorente no le interesa para PRISA sino para Movistar.
El presidente de Telefónica insistió en disculparse por la burla de David Broncano contra la niña atropellada en Montealto... y El País, del que la teleco posee un 10%, le ridiculizó
El descaro de Miguel Barroso con Telefónica se ha convertido en el dicharacho de los madriles y Javier de Paz no parece interesado en pararle los pies. Verbigracia, el presidente de Telefónica insiste en disculparse por la burla de David Broncano contra -sí, contra- la niña atropellada en el colegio Montealto. Lo hace sin culpar a Broncano de nada, oiga... pero El País, del que Telefónica es accionista, se permitió el lujo de ridiculizarle.
En resumen, José María Álvarez-Pallete tendrá que tomar una decisión, tanto sobre PRISA como sobre Movistar+. Primero porque PRISA está quebrada y ahora tiene que afrontar, o bien una refinanciación de deuda o bien una ampliación de capital. Si Vivendi quiere comprar un 20% más del capital, esta es la oportunidad de Pallete para abandonar El País.
¿Qué aporta Movistar+ a la compañía? Disgustos, mal gusto y pérdidas
Respecto a Movistar+: finiquitar el programa de Buenafuente es una buena idea: era un desastre de audiencia, el fracaso mejor pagado de la TV española. Lo de David Broncano, que acaba de renovar por tres años, es peor por la burla antedicha: tras mofarse de un colegio de Fomento donde, insisto, había fallecido una niña de 5 años, el presidente de Telefónica se empeñó en sacar un comunicado pidiendo disculpas. Pues bien, Broncano, su empleado, reaccionó de la peor manera posible, y El País, su participada, vino a decir que Pallete le estaba haciendo el juego a la ultraderecha. Todo ello con los caraduras de los verificadores (Newtral y Maldita por delante) defendiendo al sensible Broncano, que emplea las garras para el prójimo pero él posee una piel muy fina ante los reproches.
Porque, a todo esto, además del fútbol -esa es otra asignatura pendiente, porque sí ofrece clientes a Telefónica pero resulta carísimo-, ¿qué aporta Movistar+ a la compañía? Disgustos, mal gusto y pérdidas.