El chantaje y la caradura sin límites de Siemens a España continúa. El último capítulo se puede ver en que, a pesar de lograr beneficio récord en su último año fiscal, quiere que el Gobierno español también rescate a Siemens Energy de la crisis de Gamesa, como va a hacer el Ejecutivo alemán.

El gigante industrial alemán controla el 25% de su división energética, la cual sacó a bolsa, pues lleva años apostando por el ‘esquema Villalonga’ (ya saben, el mismo que aplicó Juan Villalonga cuando presidía Telefónica, bajo el principio infundado y anglosajón de que la suma de las partes vale más que el todo)... aunque en este caso no le ha salido demasiado bien. Eso sí, se debe tener en cuenta que en su ejercicio fiscal 2022, la crisis de Siemens Energy no le llevó a pérdidas sino a reducir su beneficio neto un 34%. En su año fiscal 2023 (octubre 2022 a septiembre 2023) ha notado menos dicha crisis, pues ha tenido un beneficio neto récord de 7.949 millones de euros; y ha aumentado sus ingresos un 8%, a 77.769 millones, gracias a los crecimientos del negocio digital, las infraestructuras inteligentes, la movilidad y la unidad de tecnología médica. “Siemens continuó su camino de crecimiento creador de valor y, por primera vez, superó los 10.000 millones de euros en flujo de caja libre”, ha presumido su presidente y CEO, Roland Busch, y el director financiero, Ralf P. Thomas, ha anunciado aumento del dividendo a 4,70 euros.

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Entonces, a la vista de lo anterior, tiene dinero para rescatar a su división energética pero lo pide al Gobierno Sánchez y a la banca española. ¡Qué cara más dura! Recuerden que a Siemens Energy le está saliendo muy caro el control total de Gamesa, pues los problemas en sus turbinas eólicas le han provocado numerosas rebajas de previsiones y milmillonarias pérdidas (-4.588 millones de euros en su último año fiscal)... por lo que pide rescate.

Ya ha llegado a un acuerdo con el Gobierno alemán y bancos privados para recibir 15.000 millones: estos últimos le darán 12.000 millones en garantías de préstamo, de los que 7.500 millones estarán respaldados por el Ejecutivo que lidera Olaf Scholz; y los otros 3.000 millones restantes procederán de otros accionistas: aquí se incluye a la matriz, que comprará a Siemens Energy su participación en una filial india que vale en bolsa unos 2.000 millones; y al Gobierno Sánchez y la banca española... porque Gamesa tiene aquí 4.800 empleados, nueve fábricas y la sede social. Claro que olvida que ya no tiene accionistas españoles en su capital (hasta Iberdrola se fue, sin cumplir lo de proteger a los minoritarios, y sacando tajada) y que lleva realizando múltiples ajustes en nuestro país en los últimos años: acordó 352 despidos vía prejubilaciones y bajas voluntarias; decidió cerrar las plantas de Aoiz, Somozas y Cuenca, lo que conllevó 505 despidos; puso a la venta dos filiales (las cuales emplean a 1.100 personas-) y proyectos eólicos en desarrollo

 

Hace unos días, el presidente y CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, ha señalado que “ahora mismo no hay ningún plan concreto” de cierres de plantas o despidos en Gamesa, aunque cuesta creerlo con el citado historial y la situación actual. Ahora la vista está puesta en el próximo 21 de noviembre, cuando celebrará su Día del Inversor y dará a conocer su nuevo plan estratégico,... pues aún se teme que se anuncie una fuerte reestructuración... De hecho, la banca española quiere conocer el plan de ajuste antes de decidir si ayuda o no a la división energética de Siemens.