Este martes, el Consejo de Ministros no ha aprobado el tope ibérico al precio del gas, como preveía en un principio, por su “complejidad técnica”, pero probablemente lo hará lo próximo. Recuerden que el paripé político de Ribera se quería sacar adelante cuanto antes para que empiece a tener impacto en las facturas a partir de mayo. Sin embargo, desde que se anunció y se vende como un éxito político, van llegando muestras de que será otro fraude del Sanchismo porque creará un nuevo déficit de tarifa millonario (de hecho, costará más de 6.000 millones de euros anuales, según José Bogas, CEO de Endesa)... y elevará la factura del 80% de los consumidores. ¡Ole!
Todo esto en un escenario en el que España se ha situado como el segundo país de la UE con la factura de luz más alta respecto al poder adquisitivo en el segundo semestre de 2021, según datos de Eurostat de los que informa La Razón. Con 30 puntos por kilovatio hora (kWh), nuestro país se coloca sólo por detrás de Rumanía, que tiene 31 puntos por kWh. Y todo ello debido a que tuvo el quinto precio de luz más alto de la UE entre julio y diciembre, con 0,28 euros por kWh, un 15% superior al de la media comunitaria; y el cuarto precio de gas más caro, con 0,108 euros/kWh, un 38,5% mayor a la media de la UE.
El tope ibérico al precio del gas que se usa para generar electricidad aún no se ha aprobado, pero compensar a los productores de dicho gas conllevará un recargo en las facturas a precio fijo del mercado libre. Según expertos consultados por La Razón, aumentará la factura del 80% de los consumidores, porque el 80% de la demanda eléctrica tiene unos precios fijos, así que hasta ahora se ha ido librando en gran parte del encarecimiento que se viene registrando en el mercado mayorista (y por ende en los clientes de la tarifa regulada, que está ligada a dicho ‘pool’). El economista Daniel Lacalle ha resumido que “factura de la luz: “topar” el gas es cobrarlo por otro lado”.
Factura de la luz: "topar" el gas es cobrarlo por otro lado
— Daniel Lacalle (@dlacalle) May 2, 2022
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En cualquier caso, si los paganos van a ser los del mercado libre, podemos empezar a pensar que la factura subiría, no para el 80% sino para casi dos tercios de los consumidores... lo que seguiría suponiendo una nueva estafa demagógica del Sanchismo. Recuerden que a cierre de 2021, en España había más de 29 millones de puntos de suministro: unos 19,8 millones en el mercado libre y algo más de 10 millones en el mercado regulado. Y es más, 1,25 millones se pasaron de la tarifa regulada a la libre... Ahora pagarán más.
El Gobierno estimaba que con el tope ibérico se abarataría la tarifa en torno al 50%, pero parece que ha sido demasiado optimista. El precio medio del mercado mayorista se ha situado en 49,78 euros por megavatio hora en los cuatro primeros meses, pero con el tope ibérico se situará entre 125 y 140 euros, como recoge La Razón: es decir, por debajo de la media que supera los 200 euros estos días, pero seguirá siendo tres veces mayor que el que se pagaba hace un año. Y encima no todos los consumidores se beneficiarán y se creará un nuevo déficit de tarifa: o sea, que lo que no paguemos ahora lo haremos mañana... y encima será mucho más (habrá que abonar los intereses).
Y por si todo lo anterior no fuera suficiente en este ‘chispazo’ del Sanchismo, el Gobierno aún no habría presentado el borrador del tope ibérico a Bruselas, según varios medios de comunicación. ¡Ole!