En CIE Automotive, su consejero delegado, Jesús María Herrera, tiene razones para estar contento. Hace poco más de un mes, se hizo bastante famoso por haber cobrado 23,773 millones de euros en 2023, tras los resultados récord obtenidos y al compensarse el déficit de remuneración que tuvo por el ajuste del plan de incentivos a largo plazo al cambio de las premisas sociopolíticas, socioeconómicas y geoestratégicas. A pesar de la presión de los ‘proxies’ ISS y Glass Lewis, que este año no aprietan a Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, Herrera ha triunfado en la Junta de Accionistas, con un quórum del 87,912% del capital social: todos los acuerdos propuestos han sido aprobados.
La mayoría de los acuerdos (9 de 12) ha sido ratificada por un 99%. En concreto, los relativos a las últimas cuentas anuales, la gestión, el dividendo, el estado de información no financiera consolidado, autorización al Consejo para comprar acciones propias, cambios en la remuneración variable a largo plazo vinculada a la evolución de la acción de la que es beneficiario el CEO, fijación del importe máximo de la remuneración de los consejeros, delegación de facultades para ejecutar los acuerdos y aprobación del acta de la reunión.
Tras los resultados récord en el primer trimestre, Herrera prevé que 2024 cerrará como “otro año de récord histórico” para CIE Automotive
Sin embargo, la propuesta que más porcentaje de voto en contra tuvo ha sido la nueva política de remuneraciones para este año y el período 2025-2027: 20,28% en contra y 79,46% a favor. Tras esta se ha colocado la de sometimiento del Informe Anual de Remuneraciones de los Consejeros a la Junta General de Accionistas con carácter consultivo: 20,13% en contra y 79,65% a favor. Sí se vio que se siguió alguna de las recomendaciones de ISS en las reelecciones de consejeros, en concreto, en la de Antonio María Pradera (presidente de CIE); mientras que la mayoría recibieron un apoyo de entre el 81-87% y un voto en contra del 12-19%. El consejero que salió mejor parado en la reelección fue Herrera, con una aprobación del 92,77% y un rechazo del 6,59%. Parece que los principales accionistas de CIE (la familia Riberas, los March, el propio Pradera, el fabricante automovilístico indio Mahindra y algunos fondos de inversión) están muy contentos con la gestión y el desempeño de Herrera, que fue el segundo ejecutivo español mejor pagado dentro de nuestras fronteras en 2023, tras Marc Puig (25,7 millones), presidente ejecutivo de Puig.
Y por si alguien tenía dudas, la última muestra se ha podido ver en los resultados del primer trimestre, que también han sido de récord. Los ingresos han crecido un 3%, a 1.036 millones de euros. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha aumentado un 7%, a 191,6 millones, lo que supone un margen del 18,5% sobre ventas; el resultado neto de explotación (ebit) ha ascendido al récord de 146 millones (+9%); y el beneficio neto ha alcanzado la cifra histórica de 93 millones, superando en un 3,3% el obtenido hace un año. Además, pese al freno de la producción en algunos países, la multinacional vasca de componentes de automoción ha generado una caja operativa de 121,7 millones, lo que permitirá reducir el apalancamiento a 1,5 veces el ratio de deuda neta sobre ebitda; y Herrera prevé que 2024 cerrará como “otro año de récord histórico”.