El Ibex ha cerrado hoy, 5 de octubre, en los 9.163 puntos tras subir un 0,67%, mientras los títulos de ACS, han tenido días mejores, la verdad. Caídas considerables para las acciones de la compañía, que preside Florentino Pérez, desde la apertura.
Descensos que, inmediatamente, se han atribuido a las noticias sobre la cancelación en el Reino Unido de un tramo de su nuevo tren de alta velocidad que afectaría a ACS, y también a la reordenación societaria de Clece, es decir, a su ‘troceo’ en tres sociedades de negocio.
Y como el mercado, los inversores, a veces pecan de irracionalidad y de actuar por impulsos, han empezado a deshacer posiciones, tal vez, y en mi humilde opinión sin tener en cuenta la letra pequeña del anuncio realizado por el primer ministro británico Rishi Sunak: que, efectivamente, la alta velocidad HS2 del país, sólo conectará Londres con Birmingham, y que la conexión entre esta última ciudad y Mánchester no se desarrollará como estaba previsto.
Un recorte del proyecto que no va a afectar a ACS porque únicamente está involucrada en el tramo que ha permanecido intacto
Los analistas afirman, además, que la noticia en sí no tendría impacto porque el proyecto no es de especial relevancia para la constructora a no ser que el gobierno británico vaya más allá y decida más recortes o retrasar la operación.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha anunciado que la alta velocidad HS2 sólo conectará Londres con Birmingham, y que la conexión entre esta última ciudad y Mánchester no se desarrollará como estaba previsto
En fin, que lo curioso es que los títulos de la constructora han seguido cayendo una vez conocidos los pormenores de la noticia.
Quizá la razón habría que buscarla en lo que han publicado algunos medios sobre el troceo de Clece, holding de ACS dedicado a la prestación de servicios como limpieza, mantenimiento, jardinería, logística, atención a personas mayores. El grupo habría sido segregado en tres divisiones, tras el interés mostrado por varios fondos de capital riesgo por algunos de sus negocios.
Pero tampoco, a juicio de los expertos, esta decisión estaría detrás de la caída considerable de los títulos de la constructora, porque, de ser así, (faltaría la confirmación de la propia compañía), sería una buena noticia porque supondría reorganizar el grupo y hacer caja.
Todo esto son, de momento, especulaciones sobre una posible operación que, en este caso, afectaría a negocios de poca relevancia para ACS. En concreto, Clece representa un 5% del EBITDA de la compañía
Entonces, ¿estamos ante una simple recogida de beneficios? Podría ser, porque la cotización de las acciones de la constructora se ha comportado muy bien en los últimos meses y ésta puede ser la excusa para que los inversores recojan beneficios.
Desde comienzos de año hasta tocar máximos en el pasado mes de septiembre en 34,5 euros, los títulos de ACS han subido más de un 18%. De octubre de 2022 a octubre de 2023, un 37%
Desde el comienzo del año hasta tocar máximos en el pasado mes de septiembre en 34,5 euros, los títulos han subido más de un 18%. De octubre de 2022 a octubre de 2023, se han revalorizado un 37%.
Pero lo cierto es que hoy, 5 de octubre, y en los últimos cinco días la cotización de la compañía ha caído cerca de un 4% y de un 5% respectivamente, rompiendo la tendencia.
Y rompiendo también el bolsillo de su presidente, Florentino Pérez, aunque sin hacer destrozos. Las caídas continuadas de las últimas jornadas le han supuesto una pérdida de 46 millones de euros.
Nada que no se pueda solucionar con los contratos que acaba de firmar ACS en EEUU, como la adjudicación de una obra para reimplantar un puente de Nueva York o el contrato con el Ejército de país para mejorar una base aérea en Nebraska, entre otras obras acordadas.
Todo suma para la constructora, de la que posee el 13,5% y de la que estará al frente hasta 2027. Cuatro años más y cumplidos los 80.
Eso sí, Florentino Pérez ha comenzado a preparar su sucesión. Juan Santamaría, el CEO de la compañía, de 45 años, sería el elegido, aunque no es nada oficial porque Florentino, dicen, morirá con las botas puestas.