Si la Bolsa funciona a base de expectativas (y, también por impulsos, hay que decir), el mensaje que Amper quería lanzar con esta operación no ha calado (manera ‘polite’, muy ‘polite’… de decir que el mercado no se lo ha creído, vamos).
Es más, si la cotización cae un 9,4% en lo que va de año, de febrero de 2022 a día de hoy, se derrumba un 52%.
En concreto, ...¿qué buscaba la tecnológica de ingeniería industrial con esta ampliación de capital? Pues, ella misma explicaba que impulsar, entre otros aspectos, su crecimiento en todos los sectores en los que desarrolla su negocio: Comunicaciones, Energías Renovables y Gestión de la Energía, Digitalización y Automatización de Procesos Industriales, Seguridad y Defensa….discurso de buenas intenciones que no ha comprado el mercado.
Ya se sabe que las ampliaciones de capital no son buena noticia para los inversores porque se emiten acciones adicionales que diluyen el valor de las que ya están cotizando. Pero ya han pasado tres meses, y los inversores siguen castigando la cotización.
La ampliación de capital fue por 31 millones y se cerró con una sobredemanda del 114%
Por cierto, la ampliación de capital fue por 31 millones y se cerró con una sobredemanda del 114%. Las nuevas acciones de la compañía comenzaron a cotizar el 6 de diciembre.
Ni siquiera el parqué aplaudía los resultados presentados por la compañía hasta septiembre de 2023, cuando la facturación aumentó un 12,3% y el Ebitda lo hizo casi en un 54% en relación al mismo periodo del año anterior.
Tampoco festejaban la firma del mayor de su historia (140 millones) por el que, y a través de su filial Nervión Naval Offshore, construirá componentes y realizará trabajos de ensamblado para las estructuras eólicas marinas para el parque Le Tréport en la costa francesa.
Así que, para la tecnológica cuyo CEO es Enrique López, no hay noticia que propicie un subidón de sus acciones.
Y esto casi, casi, se ha convertido en tradición porque, nos preguntamos, ¿habrá cerrado alguna vez Amper, en la última década (por acotar tiempos), un año en positivo?
Pues sí, aunque hace tiempo. Fue en 2019, cuando sus títulos subieron casi un 18%. Punto y final… porque en 2020 cayó un 30,27%, en 2021 cerca de un 11 %, y en 2022, un 13%
Amper debutó en Bolsa en 1986 justo el mismo año en el que Telefónica salía de la compañía al vender 2,926% de la participación que le quedaba.
Actualmente su principal accionista es la tecnológica Zelenza, con un 9,160% del capital a través de su fundador José Fernández González; le sigue la familia Martinavarro, con el 5,344% una de las más influyentes y más ricas de Castellón y cuya fortuna se debe a su negocio en el sector citrícola.
La compañía tiene como presidente no ejecutivo a Pedro Morenés, ex ministro de Defensa (2011-2016 con el Gobierno Rajoy) y ex embajador en EE UU (2017-2018). Fue nombrado presidente en 2020, sustituyendo a Clemente Fernández González del que, dicen, tiene experiencia en el rescate de empresas en crisis.
El mercado tampoco aplaudía los resultados presentados por la compañía, hasta septiembre de 2023, cuando la facturación aumentó un 12,3%, y el Ebitda lo hizo casi en un 54% en relación al mismo periodo del año anterior
Tras su salida de Amper pasó a presidir la extinta Abengoa y, ahora, está al frente de Euroconsult, ingeniería en dificultades financieras que dejó de cotizar hace cinco años.
Con 70 años de historia, Amper fue fundada en 1956 por el ingeniero de telecomunicaciones Antonio Peral. Se hizo muy conocida en aquella época porque se encargó de instalar prácticamente todos los porteros automáticos de España, además de ser la principal proveedora de equipos para Telefónica, una situación que cambió, en los años noventa, cuando se produjo la liberalización de las telecomunicaciones.
A día de hoy, Amper es un grupo cuyo negocio está diversificado en tres sectores: tecnología (comunicaciones, seguridad y defensa y gestión de energía; industrial (proyectos y mantenimiento de instalaciones) e ingeniería.