Retraso en la designación de los comisarios europeos. Puede ser que, por fin, se den a conocer sus nombres esta misma semana durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo.

Dicen que detrás de la demora está el cambio de última hora en la candidatura eslovena y…la presión ejercida por Ursula Von der Leyen sobre los Gobiernos para que sustituyan a los candidatos masculinos por mujeres y así garantizar la paridad de género en su equipo. 

Aquí en España, Teresa Ribera, seleccionada, espera en el banquillo. Con el requisito de ser mujer, cumple, pero parece que no será finalmente comisaria de energía porque su defensa radical de las energías renovables no está en sintonía con el giro ideológico tras las últimas elecciones europeas y que se concreta en resucitar la nuclear…hasta tal punto que, el reciente informe que lleva la firma de Mario Draghi apuesta por un mix de ‘renovables y nuclear’.

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Y mientras Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, operador encargado de hacer posible el desarrollo renovable aquí en España a través de la red eléctrica, ( "y que dependiendo de un comisario u otro la regulación podría ser más laxa o restrictiva y con ello afectar al modelo operativo de la compañía", aseguran los expertos), espera que se desvele el nombre, las acciones de la cotizada suben en Bolsa, en lo que va de año, un 15%.

España, donde cerca de un 62% de la potencia instalada ya es renovable, produjo en 2023, por por primera vez, más de la mitad de su electricidad con energías ‘verdes’. Y para mantener este nivel, hay que desarrollar una gigantesca infraestructura

Eso sí, a pesar de este buen comportamiento, su capitalización sigue sin remontar hasta los máximos que alcanzó en 2021 (10.294 millones). Ahora vale 9.295.

Corredor ha sido reelegida como presidenta de Redeia el pasado mes de junio, por cuatro años más. Llego al cargo en febrero de 2020 y todavía tiene una gran tarea pendiente: dar el espaldarazo definitivo a la inversión en redes eléctricas que se están convirtiendo en un cuello de botella que amenaza la transición renovable en España.

Es más, si la inversión en redes sigue creciendo al ritmo actual (es decir, lento, muy lento), será imposible que absorba la ambiciosa estrategia de proyectos de energías renovables.

Proyectos a los que, no sólo empresas sino también los estados, van a destinar cientos de miles de millones. “En nuestro país”, señalan fuentes consultadas, “este cuello de botella es todavía más estrecho debido a un marco regulatorio desfasado que podría estrangular el desarrollo de esta industria”.

Tal es la situación, que Iberdrola pide que se permita desarrollar las redes a otros operadores privados.  

El CEO de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, reflexiona y dice que “si un problema es tan agobiante, le tenemos que buscar una solución emergencial”.

“Creo que lo que tenemos que hacer es ir rompiendo ciertas barreras regulatorias… y adaptarnos a la realidad que estamos viviendo en estos momentos”, explica Ruiz-Tagle para advertir de que  sería "el peor error" dejar escapar la oportunidad que se ha trabajado a través de las inversiones realizadas por "no tener transporte y distribución y no reforzar las redes".

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Para Gustavo Martínez, catedrático de Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín y analista de Mercados, la no inversión en redes probablemente obedezca al ajuste que la compañía hace del presupuesto, “que es limitado y cuyos recursos financieros se limitan a áreas de mayor impacto directo en el core del negocio, tales como la modernización de la red o el cumplimiento normativo”.

Los recursos financieros de Redeia se limitan a áreas de mayor impacto directo en el core del negocio, como la modernización de la red o el cumplimiento normativo

España, donde cerca de un 62% de la potencia instalada ya es renovable, produjo en 2023, por por primera vez, más de la mitad de su electricidad con energías ‘verdes’. Y para mantener este nivel, hay que desarrollar una gigantesca infraestructura.

Al respecto, y en una entrevista reciente publicada por El Periódico de España, Beatriz Corredor se preguntaba y se contestaba a sí misma, con mucha complacencia: “¿Es suficiente la red actual? Para lo que hoy está ya conectado, lo es. Pero tenemos que caminar, acompañar [a las energéticas y a la gran industria] y anticiparnos”.

¿Pues.. a qué esperas Corredor?

Y de un tema recurrente, como es la inversión en redes, pasamos a otro tema recurrente desde hace tiempo. Hablamos de la venta de Hispasat.  Corredor aspira a vender pero Marc Murtra, presidente de Indra, no acaba de decidirse a comprar, como hemos contado en Hispanidad.

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“El caso de Hispasat es muy complicado”, opina Javier Cabrera, analista de mercados, “ya que se trataría de una operación entre empresas participadas por el Estado pero cotizadas y con accionistas privados. Esto hace que sea susceptible de crear conflictos”.

Sobre la venta de Hispasat, algunos consejeros de Indra han expresado preocupaciones sobre el precio de la transacción (entre 1.100 y 1.300 millones) y el impacto potencial en la estrategia y las finanzas de la compañía

Es más, “algunos consejeros han expresado preocupaciones sobre el precio de la transacción (entre 1.100 y 1.300 millones) y el impacto potencial en la estrategia y las finanzas de Indra”, añade Gustavo Martínez.

De Redeia, participada en un 20% por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), además de Hispasat, pende Red Eléctrica.

En el accionariado de Redeia están también, con el 5% ambos, el fondo BlackRock y Pontegadea (plataforma de inversión de Amancio Ortega).

La SEPI también es el primer accionista del grupo Indra, con más del 27%. Tienen participación superior al 7% en la tecnológica el grupo Escribano, (ingeniería de diseño para el desarrollo y fabricación íntegro de sistemas complejos de Defensa); la compañía vasca Sapa, y Amber Capital (el fondo británico fundado por Joseph Oughourlian).