BBVA y Santander, frente a frente. Vayamos por partes. Ambos acaban de presentar resultados `’históricos’. El BBVA ha pulverizado su récord anual de beneficios en 2023 y ha ganado 8.019 millones, un 26% más, gracias al negocio de México y España, y espoleado por las alzas de tipos de interés del Banco Central Europeo.
Al mismo tiempo que Santander batía su histórico de beneficios y ganaba por primera vez más de 11.000 millones, también gracias a las subidas de tipos, y a España que, junto al Reino Unido (aunque a muchísima distancia) han tirado al alza de los números de la entidad.
Dice Ana Botín: “Si 2023 ha sido bueno, 2024 va a ser aún mejor”, y dice Carlos Torres: “El beneficio del grupo seguirá creciendo”
De que los beneficios seguirán creciendo, prácticamente no existen dudas (salvo hecatombe) pero que…2024 vaya a ser mejor que 2023, pues va a ser muy difícil.
Que confluyan un “alienamiento estelar, y “un acontecimiento planetario”, como dijo la ministra Pajín (de la ‘era Zapatero’), va a ser prácticamente imposible, teniendo en cuenta que los tipos van a bajar, no con la celeridad que se espera, es verdad…y eso no es bueno para los márgenes…que tantas alegrías han dado a las cotizaciones de ambas entidades
Si miramos el comportamiento en Bolsa, en lo que va de año, el BBVA sube cerca de un 10%; el Santander sólo un 0,23%.
El BBVA tienen una asignatura pendiente: el banco turco Garanti, del que ya controla el 86%, y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado, y le sigue dando
Respecto al Santander, en 2023 sus acciones acumularon una fuerte revalorización de un 40,73%, y logró así recuperar los niveles previos a la pandemia.
Un 56,47% nada menos subió BBVA el año pasado, y se alzó con el título del banco con mejor comportamiento en el Ibex 35.
Según Bloomberg, el BBVA ha superado máximos históricos (registro ajustado al pago de dividendo) en los que llegó a cotizar en febrero de 2007, antesala de la gran crisis financiera. Broche de oro, (que dirían los cursis), a la relevante recuperación que viene experimentando desde hace unos años. A día de hoy cotiza en los 9,2 euros.
En cambio, el banco que lidera Ana Patricia Botín está aún muy lejos de los 5,3 euros que alcanzó en diciembre de 2007. A día de hoy cotiza en los 3,8 euros.
En lo que siempre ha estado por delante el Santander es en capitalización bursátil. Actualmente asciende a 61.070 millones. La del BBVA está en los 54.409. (6.600 de diferencia)
La brecha más abultada de capitalización, del 110%, se alcanzó en 2018, coincidiendo con el relevo en la presidencia de Francisco González por Carlos Torres, y el nombramiento de Onur Genç como consejero delegado.
Aun así, BBVA ha conseguido, desde entonces, una rentabilidad del 112% para sus accionistas (dividendos y revalorización de la cotización), mientras que para los accionistas del Santander apenas ha sido del 12%.
En los últimos 5 años, los títulos la entidad que preside Botín valen un 5% menos; frente a los de la entidad de Carlos Torres que valen un 71% más.
Al mercado no le gusta ver un banco con un ratio de capital por debajo del 12%”, señala la analista de Renta 4, “sea justificable o no. Era una de las cosas que se le exigía al Santander y que está reconduciendo
Explican los expertos que, el nuevo equipo directivo del BBVA ha tomado, en estos cinco años, decisiones contundentes para sacar y rentabilizar lo mejor de la entidad, como la venta de su negocio en Estados Unidos, la activación del mayor programa de recompra de acciones de la historia del banco, un impulso al dividendo en efectivo, el lanzamiento de una filial online en Italia, (aunque bien es cierto sin oficina física).
No obstante, tienen una asignatura pendiente: el banco turco Garanti, del que ya controla el 86%, y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado, y le sigue dando.
Pero que “el Gobierno de Erdogan haya decidido empezar a subir tipos para intentar embridar la inflación”, señala Nuria Álvarez, analista de Renta 4, “y que el pasado mes de enero Moodys ha revisado al alza el rating de la deuda turca de estable a positivo; dos semanas después mejoró el rating de todos los bancos turcos, pudiera ser un buen síntoma” y… un clavo ardiendo, (y esto lo añado yo), al que se agarra la entidad.
Aun así, y con el peligro turco todavía al acecho, el viento sopla a favor del BBVA, y no del Santander.
¿Qué pesa sobre el banco de Botín que está muy, muy infravalorado respecto a su más directo competidor?
“Por ejemplo,”, nos explica Álvarez, desde el punto de vista del rating de capital ha estado, excepto en los últimos dos años, más débil que BBVA. El Santander no tenía unos niveles de solvencia que el mercado considera aceptables”.
Sin embargo, el banco ha sabido reconducirlo. Recordar que el ratio de capital mide la salud financiera de un banco y pone en relación los fondos con los que cuenta para hacer frente, de forma inmediata, a posibles imprevistos.
“Al mercado no le gusta ver un banco con un ratio de capital por debajo del 12%”, señala la analista de Renta 4, “sea justificable o no. Era una de las cosas que se le exigía al Santander y es una de las cosas que en los últimos dos tres años la entidad ha conseguido elevar hasta el 12,36% más o menos”.
BBVA ha echado mano recurrentemente a las recompras de acciones debido al remanente de capital que, por ejemplo, le ha reportado la venta de su filial estadounidense
En el caso del BBVA, el ratio de capital se sitúa en el 12,67%, y aunque, puede parecer que la diferencia es mínima, el banco de Torres mantiene una distancia considerable, respecto al Santander, para repartir el exceso de capital entre sus accionistas mediante recompras y dividendos
“Si un banco que genera menos beneficio neto al año es capaz de generar más capital significa que su gestión es más óptima”.
Además, el gap entre el valor contable de Santander y el que le otorga el mercado se justifica, sobre todo, por las perspectivas de remuneración al accionista.
BBVA ha echado mano recurrentemente a las recompras de acciones debido al remanente de capital que, por ejemplo, le ha reportado la venta de su filial estadounidense (unos 9.600 millones de euros), un mercado, el estadounidense, que el Santander todavía conserva. En su última cuenta de resultados, Estados Unidos generó 932 millones, lo que supone un 47,7% menos debido a las mayores provisiones y los costes financieros más altos en el país norteamericano. Pero no se engañen: el BBVA tendrá el favor del mercado... mientras México aguante, porque es México lo que marca la diferencia.
“El mercado recompensa a los bancos que devuelven capital al accionista, y el Santander no cuenta con tanto exceso de capital sobrante para repartir”.
Juega a su favor, por ejemplo, el haber mejorado la política de dividendos.
Su ‘payout’ (porcentaje de beneficio destinado a remunerar a sus accionistas) pasó del 40% al 50% para los ejercicios 2023, 2024 y 2025. Un payout similar al del BBVA.
Bien es cierto que la distribución geográfica del BBVA nada tiene que ver con la del Santander. “BBVA diversifica geográficamente, pero tiene una mayor concentración respecto al Santander con un negocio mucho más extendido territorialmente, para lo bueno y para lo malo, y más expuesto a la inestabilidad política y económica de determinadas zonas”.
En este sentido, lo que sí ha reconocido el mercado a la entidad cántabra es el cambio de estrategia realizado en Brasil, país donde alguna de sus métricas preocupaba a los inversores.
“Brasil aportaba menos en ingresos de lo que suponía en provisiones, una dinámica que se ha reconducido tras cambiar la estructura de la cartera de crédito hacia segmentos con un menor riesgo lo que ha supuesto tener una cuenta de resultados más equilibrada”, señala Nuria Álvarez, analista de Renta 4 para añadir que la morosidad del país se está moderando y la inflación parece encauzarse.
Añade, no obstante, que la gestión que ha hecho en México el BBVA ha sido mucho mejor que la que ha hecho Santander en Brasil.
Si miramos el comportamiento en Bolsa, en lo que va de año, el BBVA sube cerca de un 10%; el Santander, sólo un 0,23%
A día de hoy BBVA con Bancomer es líder en el país. México sigue siendo el motor del grupo y aporta más de la mitad de los beneficios: un 55,5%.
También pesa sobre el Santander el coste que le ha supuesto digerir la compra del Popular, que adquirió, recuerden, por un euro. “Digerir una compra de esas características no es moco de pavo con todos los ajustes acometidos, desde el punto de vista de provisiones, de transformación digital, y de plantilla. No todo es el precio porque, además, el popular tenía mucho activo problemático. El BBVA, en este sentido, no ha hecho ningún tipo de adquisición, ni integración de ese calado, ni de ese volumen”.
No obstante, y tal y como contamos en Hispanidad, hay quién argumenta que la operación Popular sirvió como excusa al Santander para realizar una ampliación de capital por 7. 000 millones, ampliación que, en realidad, necesitaba la entidad de Botín.
De tal manera que, y con todo este entramado como telón de fondo, es lógico pensar que, en el caso del BBVA, que viene de encaramar el ranking como el banco con mejor comportamiento del Ibex, los analistas consideren que es la entidad con menos potencial del selectivo. No obstante, estiman una revalorización del 15%, que no está nada mal.
Respecto a la entidad que preside Ana Botín, los analistas aconsejan “comprar” y le otorgan un potencial alcista del 31%.