Algunos datos bursátiles de Endesa para situarnos. En la última semana ha subido algo más de un 2%. En lo que va de año, comportamiento negativo porque cae un 2,2%; a doce meses se deja bastante más, en concreto, un 8%. Y después de alcanzar su mejor nivel de 2024 en los primeros días de enero (19,80 euros). Hoy la acción vale 18,23.

Desde que en febrero de 2020 tocara la cota de los 20 euros, varios han sido los intentos fallidos de superar ese nivel.

Su capitalización se sitúa en los 19.136 millones, por debajo de los 19.544 con la que cerró 2023 y muy alejada de los máximos alcanzados en 2020 (23.663 millones).

No está siendo este un año bursátil 'cómodo' para el sector, en general, que se está viendo penalizado por la caída de los precios energéticos y por la calma con la que los bancos centrales se están tomando la bajada de tipos, a uno y otro lado del Atlántico, desde los niveles más altos, en el caso de la Reserva Federal, de los últimos 20 años.

El fondo Masdar, controlado por Taqa (Abu Dabi), y el americano Apollo (fundado por Leon Black) pugnan por hacerse con el 49% del Proyecto Ra 1

Estamos ante compañías que suelen estar muy endeudas y cuya evolución del negocio depende de las inversiones que puedan acometer.

En el caso concreto de Endesa, no es precisamente su estrategia de inversión de la que está pendiente su cotización en las últimas jornadas, sino el proceso en la que está inmersa para encontrar un socio que le ‘ayude’ a gestionar la impresionante cartera de renovables: el Poyecto Ra 1.

Hablamos del 49% de una cartera de 2.000 megavatios, la mayor transacción de renovables que se producirá este año en España y por la que pugnan el fondo Masdar, controlado por Taqa (Abu Dabi), y el americano Apollo (fundado por Leon Black) por hacerse con ese paquete.

Por el camino se han quedado Brookfield, BlackRock, Schroeders que también se interesaron por esta cartera de activos ‘verdes’.

Dicen que, con esta operación, valorada en 2.400 millones de euros, Taqa quiere resarcirse del fracaso de su OPA sobre Naturgy pero… es que también tiene sus motivos Apollo que acaba de quedar eliminado en la batalla de OPAS sobre Applus, frente a los fondos I Squared y TDR.

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Explican los analistas de Bankinter que Endesa obtendría alrededor de 1.200 millones de euros, equivalente el 6,2% de la capitalización bursátil de la compañía y que la compañía se une a la fórmula extendida en sectores intensivos en infraestructuras “como el sector eléctrico o el de telecomunicaciones de ceder participaciones minoritarias en sus divisiones de infraestructuras para aflorar valor y compartir el esfuerzo inversor, precisamente, en el desarrollo de estas infraestructuras".

Su capitalización se sitúa en los 19.136 millones, por debajo de los 19.544 con la que cerró 2023, y muy alejada de los máximos alcanzados en 2020 (23.663 millones)

Consideran que es una operación acertada “ya que aligera el esfuerzo inversor del grupo, le permite reducir deuda y abrirse a otros negocios en el futuro, como el hidrógeno…” intensivos en capital especialmente si hablamos de renovables.

Es decir que Endesa conseguiría recursos para desarrollar esos proyectos y mantendría la gestión.

En el último año, la deuda de Endesa ha escalado desde los 10.405 millones a los 11.328. Diferencial del 9% que ha llevado el ratio de endeudamiento sobre el Ebitda a situarse en 2,8 veces, frente a las 2,4 del primer trimestre de 2023.

Al parecer, Endesa quiera cerrar la venta este mismo mes de julio. Además, la compañía tendrá que convocar el Consejo de Administración para que dé el visto bueno a los números del primer semestre.