Si cerrábamos semana con el colapso en los aeropuertos (del que todavía se están recuperando) tras la caída del sistema de Microsoft, iniciamos la tercera de julio con el sector aéreo también en el punto de mira.
En números rojos IAG, abajo un 3,4%, Lufthansa cediendo un 1,28%, Air France, un 1,8%, batacazo de Easyjet, que ha llegado a ser del 8%, y de Wizz Air aerolínea de bajo coste húngara, de un 9,8%. Los descensos han sido mucho más contenidos,en los primeros compases de la jornada, para Ryanair que sin embargo terminaba la sesión con un desplome del 16,11% castigada por los resultados publicados.
Unas cuentas, peores de lo que esperaba el consenso del mercado, que han llevado a los títulos de la compañía a dejarse un 5,6% en la apertura. ¿Qué es lo que ha dicho Ryanair? Pues, entre otras cosas, que el beneficio neto, en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, ha descendido un 46% hasta los 360 millones de euros; que las tarifas han bajado un 15% a pesar de que el número de pasajeros ha crecido un 10%.
“Los mensajes fueron demasiado optimistas a principios de año y se han ido moderando. Con estos números, bien pudiera Ryanair rebajar las previsiones para el resto de 2024”, explica Nicolás López, director de Análisis de Renta Variable de Singular Bank para señalar que básicamente “de lo que vuelve a avisar la compañía, porque ya lo había hecho antes, es de las rebajas sobre las expectativas del precio de los billetes”.
El 'consumo de viajes' podría moderarse y ya sabemos que la Bolsa es muy sensible y en cuanto se percibe que el crecimiento futuro puede ser inferior a lo estimado, se producen ajustes en las valoraciones
“Los consumidores están siendo más frugales, más prudentes”, aseguran fuentes del sector, “en cuanto a los gastos, lo que indica una debilidad creciente en las próximas reservas de cara al cierre de la temporada de verano”.
Se confirma una tendencia que ya habían apuntado otras líneas aéreas y esto enlaza con un temor que se proyecta a medio-largo plazo: que el proceso que ha habido después de la pandemia, ese boom en los viajes, estaría llegando a su fin, se estaría frenando, se estaría estabilizando, como consecuencia de las subidas de los precios, “Se aprecia cierta resistencia por parte de los viajeros a seguir pagando precios tan altos. El 'consumo de viajes' podría moderarse y ya sabemos que la Bolsa es muy sensible y en cuanto se percibe que el crecimiento futuro puede ser inferior a lo estimado, se producen ajustes en las valoraciones”, argumenta el experto de Singular Bank.
Coste de los billetes que seguirá al alza tal y como aseguró Luis Gallego, consejero delegado de IAG, en el Financial Time y contamos aquí en Hispanidad porque al factor del posible pinchazo en la podríamos denominar burbuja viajera o ‘turismo de venganza’ postpandemia, se une otro no menos importante: el objetivo de reducir las emisiones a cero.
“Volar va a ser más caro… las aerolíneas tendrán que subir los precios para financiar los objetivos de emisiones netas cero”, aseguraba Gallego.
De tal manera que, las compañías europeas “podrían ser menos competitivas debido a los estrictos objetivos de emisiones netas del bloque que incluyen el requisito de que el 6% del combustible para aviones provenga de fuentes sostenibles para 2030”.
Lógico, por tanto, el impacto negativo en la cotización de IAG “que no debería alargarse en el tiempo”, consideran los analistas, porque son compañías (ella y Ryanair) distintas, con negocios distintos dentro del mismo sector.
Pero hay que prestar atención a lo que ha dicho Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, en un comunicado y que tiene incidencia directa en la cotización de IAG: fía el transporte de más 200 millones de pasajeros este año, un 8% más, a que no se agrave el retraso sufrido en la entrega de aeronaves por parte de Boing.
No debemos olvidar que IAG tiene encargados 50 modelos del 737 MAX de Boeing, “que si no son entregados perjudicarían su hoja de ruta”, advierte Javier Cabrera analista de mercados, “además de que podría perjudicar sus resultados”.
Los consumidores están siendo más prudentes en cuanto a los gastos, lo que indicaría una debilidad creciente en las próximas reservas de cara al cierre de la temporada de verano
De momento, la aerolínea se ha dejado por el camino los 2 euros de cotización, un nivel que alcanzó el pasado 27 de marzo y que era uno de los objetivos de la compañía desde que comenzara el año.
Un apunte más sobre el sector y mirando a Aena, que cae desde que comenzará la sesión de este lunes 22 de julio cerca de un 3%... afectada por todo este escenario y por ese relativo agotamiento en el crecimiento del ‘consumo aéreo’. “Estamos ante una reacción muy de mercado respecto de lo que ha contado Ryanair porque el negocio de Aena es mucho más estable que el de una aerolínea, no tiene el mismo riesgo cíclico que tienen las compañías. Es, por tanto, un tipo de negocio más resistente y mucho menos volátil en su cotización”, explica Nicolás López.
Es más, todo lo que sea subida de precios, en su caso, de tasas aeroportuarias siempre ha beneficiado a su valor en Bolsa.
Aena acumulará dos años consecutivos de subidas de las tarifas en 2025 cuando tiene previsto incrementarlas un 0,54% tras hacerlo un 4,09% en 2024.