La cotización de Endesa se ha olvidado hoy, por completo, del espaldarazo que le daba, hace un par de días, Morgan Stanley: precio objetivo de 20 euros por acción, frente a los 19 anteriores, un 5,2% más.

El valor se revaloriza cerca de un 2% en lo que va de año y, en los últimos 6 meses, sube un 11%

El banco de inversión justifica la revisión por las rebajas de tipos que animan al sector de utilities que gana cerca de un 8% en los últimos meses.

Si miramos los últimos doce meses, cuando todavía ni el BCE, ni la Fed, se planteaban tocar a la baja los tipos, y el precio de la electricidad estaba haciendo de las suyas en el sector, los títulos de Endesa se dejan un 1,8% y….¿y cómo se ha corpotado su matriz en este tiempo? Pues, la italiana Enel, que controla el 70% de su filial ‘española’ lo ha hecho un 22,4%.

Como vemos, el ‘entusiasmo’ con el que Enel cuida a Endesa se refleja en Bolsa.

Importante es que, la inversión, más determinante que nunca, ha descendido un 16%, según las cuentas de Endesa del primer semestre

Y ya que en febrero de este 2024 se han cumplido 15 años de la italianización de la compañía que dirige José Bogas, (es decir, desde que Enel se hizo con su control), vamos a ver qué ha ocurrido con su cotización en estos años, grosso modo, claro está.

El 21 de febrero de 2009, las acciones de Endesa tenían un precio de 3,5 euros, hoy valen 18,68 (ajustes del mercado incluidos, dividendos y operaciones corporativas), mientras que las acciones de Enel cotizaban en los 1,7 y hoy están en los 6,99 (ajustes de mercado incluidos, dividendos y operaciones corporativas). Ambas como vemos que lo han hecho muy bien.

Ese 21 de febrero se conocía que Acciona había acordado vender a Enel, participada en ese momento en un 29% por el Estado, el 25% de Endesa a 41,95 euros por acción, y pasaba a controlar el 92% de la compañía.

Recordar que la italiana Enel fue junto la empresa de los Entrecanales las que lideraron la ofensiva contra la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa.

A día de hoy, más de tres lustros después, la compañía digiere, como puede, un 2024 que, a punto de acabar, se puede calificar de vertiginoso para el sector, que ha marcado la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), los cambios regulatorios, en España y también en Europa, y por supuesto, los precios de la electricidad.

“Los precios de la electricidad están marcando el comportamiento del sector”, explica Javier Cabrera, analista de mercados, “por lo que su evolución seguirá influyendo en la cotización de Endesa. Es cierto que su desempeño no es tan malo como el de otras empresas, pero si los precios siguen a estos niveles sí que podríamos seguir viendo correcciones”. 

Y, como no, la posibilidad de que el Gobierno decida alargar en el tiempo el impuesto a las energéticas que su consejero delegado, José Bogas, calificaba “de error estratégico y de país tremendo”, un impuesto que ha supuesto para la compañía más de 200 millones en 2023.

Endesa está es considerada  como una de las principales empresas eléctricas en España, con una amplia base de clientes y una sólida posición en el mercado, pero en su debe está que tiene que invertir significativamente en energías renovables

Un ‘extraordinario negativo’, junto a la bajada de los precios de la energía que se ha visto reflejado en su cotización, y en la cuenta de resultados. “Los resultados no terminan de convencer a los inversores”, argumenta Cabrera, “puesto que en el primer semestre del año su beneficio neto ha caído un 9% y la generación de caja también se ha resentido”.

Importante, la deuda, que ha aumentado en 399 millones hasta los 10.800 millones, y su coste ha crecido al 3,6% por la subida de los tipos de interés. Eso sí, al menos, la ratio sobre ebitda se ha mantenido casi estable: desde 2,8 veces al cierre de 2023 a 2,9 veces.

Importante, también, es que, la inversión, más determinante que nunca, ha descendido un 16% en el primer semestre del año.

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A dos meses de que se acabe 2024, el mercado está pendiente de que de que el nivel de endeudamiento vaya bajando, “aunque consideramos que el nivel es contenido”, señala Antonio Castel, analista de iBroker…y de que se materialicen las operaciones de coinversión en renovables, de que se vayan avanzando las propuestas de cambios en la regulación, y que levanten los límites a la inversión en redes, algo común a todo el sector.

“Gusta mucho la elevada rentabilidad por dividendo de Endesa”, añade, “que, además, debe mantenerse sin mayores problemas, lo que la convierte en una opción interesante para determinados inversores”.

Y si la compañía es considerada por los expertos como una de las principales empresas eléctricas en España, con una amplia base de clientes y una sólida posición en el mercado, en su debe está que tiene que invertir significativamente en energías renovables y adaptarse a un nuevo entorno energético.

En este sentido, los expertos consultados recuerdan que “mantiene un plan de inversión muy ambicioso para aumentar su capacidad de generación y dar un impulso a las fuentes de generación renovables, principalmente solar”.

La compañía digiere un 2024 que, a punto de acabar, se puede calificar de vertiginoso para el sector, que ha marcado la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), los cambios regulatorios, en España y también en Europa, y por supuesto, los precios de la electricidad

Con datos del primer semestre, en la capacidad instalada de Endesa, las renovables representan el 40%, y la nuclear es un 13%, el resto es ciclo combinado (gas) y fuel (diésel). En total, suman 25 GW de capacidad instalada.

En cuanto a generación, semestralmente, la nuclear supone un 35% de la producción total, y las renovables, (en un año como este muy hidráulico), un 29%.

Endesa, en cuanto a inversión en renovables se suele comparar, (aunque a mucha distancia), con Iberdrola que cuenta con 21 gigas de capacidad instalada en renovables mientras Endesa solo tiene 10.

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Un punto a favor, no obstante, la consideración de ”verde” para la energía nuclear por parte de la UE que puede favorecer a Endesa, muy bien posicionada, si tenemos en cuenta que, ahora,  Teresa Ribera ha dicho que “no habrá obstáculos para la energía nuclear”.

En España, el Gobierno (es decir, la misma Teresa Ribera) se mantiene en el “no” a la posibilidad de revisar el calendario de cierre de las centrales, entre 2027 y 2035.