El Ibex 35 ha cerrado este viernes, 13 de octubre, con caídas del 1,18% hasta los 9.225 puntos
Si echamos un vistazo a la capitalización bursátil de la compañía en los últimos años, vemos cómo la pandemia tuvo un impacto considerable: de los 7.267 millones de 2019, pasó a los 4.905 en 2020. Tres años después, a Mapfre le cuesta levantar cabeza. Su capitalización, a día de hoy, juguetea con los 6.000 millones pero no es capaz de despegar.
Estamos ante la mejor aseguradora española y, desde luego, la más internacional, con presencia en más de 40 países. En España, su principal fuente de ingresos son los seguros generales (2.328 millones de euros en 2022, un 5,9% más), seguidos de Autos (2.267 millones, un 0,4% más) y Vida (1.916 millones, un 8,7% menos que en 2021). Las primas de Salud y Accidentes aportaron 816 millones, tras crecer un 4,8% respecto a 2021.
Los expertos de Oddo hacen una consideración que pudiera explicar el ‘estancamiento’ bursatil de Mapfre: que el mercado asigna primas de riesgo “excesivas” a la cotización de las aseguradoras
Además, y según el ranking de las 100 marcas de seguros más valiosas del mundo de la consultora Brand Finance, Mapfre ha aumentado un 9% su valor de marca en el último ejercicio. “Es la aseguradora más valiosa de España y la única que representa a su país en el ranking sectorial internacional asegurador”. Brand hace referencia, en concreto, a los resultados al cierre de 2022, “con los que logra un ejercicio muy sólido gracias, entre otros factores, a la diversificación tanto geográfica como de producto y de balance”.
Es más, Pilar Alonso Ulloa, Managing Director Iberia (España, Portugal) y Sudamérica en Brand Finance señala que “Mapfre… es un actor muy relevante en el sector asegurador. Al cierre del año 2022 sus ingresos crecieron un 8,3%, hasta los 29.510 millones de euros, la cifra mayor de la historia de la compañía”
Todo un ejemplo de buenos fundamentales y, sin embargo, los analistas de Barclays, por ejemplo, piensan que la aseguradora no tiene margen para ampliar las subidas. Y aunque han elevado el precio objetivo de las acciones de Mapfre hasta los 1,80 euros, desde los 1,75 euros anteriores, lo hacen por debajo de la cotización actual de la compañía.
No obstante, las estimaciones de Barclays se encuentran entre las más pesimistas. Según la agencia Reuters, de media, el consenso de los analistas es el de ‘comprar’ y un precio objetivo de 2,26 euros, lo que implica un potencial alcista del 17% respecto a la cotización de las últimas jornadas.
Los expertos de Oddo, por su parte, hacen una consideración que pudiera explicar el ‘estancamiento’ bursatil de Mapfre: que el mercado asigna primas de riesgo “excesivas” a la cotización de las aseguradoras.
Excesivas por el temor de un impacto mayor de lo previsto de la inflación y también de la exposición inmobiliaria.
Sin embargo, en opinión de Oddo, “el mercado ha sobrestimado el impacto de estos diferentes riesgos”.
Y aunque se trata de una valoración respecto a todo el sector europeo, lo hace extensible a Mapfre.
Fue en mayo de 1933 cuando un grupo de empresarios agrícolas crearon la Mutualidad de Seguros de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España, para asegurar a sus trabajadores
La firma de inversión sube así su precio objetivo sobre la compañía desde los 2,40 hasta los 2,50 euros por acción y le otorga un potencial alcista del 30%
Parece que la compañía ‘lo tiene todo’, por tanto, para lanzarse a por los máximos históricos que alcanzó en marzo de 2007 (3,83 euros por acción) pero no lo consigue, ni siquiera en el año en el que ha celebrado su 90 cumpleaños.
Pero el que no se consuela es porque no quiere. Solo hace falta recordar las palabras Antonio Huertas, presidente de la compañía, tras escuchar, en la última Junta General de accionistas la queja de uno de los asistentes: “Mapfre no crea valor para el accionista”. La queja estaba justificada, según el accionista, en que compró los títulos a tres euros, en 2015, y la cotización, tras una revalorización del 13,3% en el último año, sólo ronda los 2 euros. Es decir, arrastra una minusvalía del 34%. Huertas se defendió alegando que una rentabilidad por acción del 4%-5% en los últimos ejercicios, con tipos de interés al cero o incluso negativos, es una rentabilidad “magnífica”.
Por cierto, el máximo accionista de Mapfre sigue siendo la Fundación, que posee el 69,8% del capital, algo que Huertas ha puesto en valor porque otorga estabilidad al Grupo.
Hay que recordar que, en 2006, Mapfre cambió su estructura social como mutua para convertirse en sociedad anónima integrando todas las actividades del grupo en el holding, que ya cotizaba en Bolsa, denominado en un principio Corporación Mapfre y que paso a negociarse en los mercados como Mapfre, SA “porque, el que no se mueve, se muere…” decía José Manuel Martínez que en aquel momento dirigía la aseguradora y que ahora es el presidente de honor de la Fundación.
Estamos ante la mejor aseguradora española y, desde luego, la más internacional, con presencia en más de 40 países
Fue en mayo de 1933 cuando un grupo de empresarios agrícolas crearon la Mutualidad de Seguros de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España, para asegurar a sus trabajadores. Y, casualidades de la vida, en 1933 comenzó a construirse el Golden Gate de San Francisco, el famoso puente que muchos años después, en la década de los 70, sirvió de icono visual para la empresa como concepto de su lema estrella: “puente hacia tu jubilación”.