Una vuelta de tuerca más en el culebrón Redeia, Hispasat e Indra. Llevamos un año largo hablando de que Beatriz Corredor, presidenta gestor de infraestructuras eléctricas y telecomunicaciones, quiere ‘colocar’ el operador de satélites de comunicación a la compañía de Marc Murtra.
Colocar, es decir, vender Hispasat de la que es propietaria por un rocambolesco giro del destino. Redeia tiene el 89,7% de Hispasat y la SEPI el 7,4%.
La entonces Red Eléctrica compró en 2019 a Abertis, por 949 millones, el operador de satélites (por aquello de que era una empresa estratégica) tras la entrada de la firma italiana Mundys (antes Atlantia) en el capital de la concesionaria de autopistas, también propiedad de ACS al 50%.
Corredor, que era renovada en su cargo por cuatro años más el pasado mes de junio, hasta 2028, todavía tiene una gran tarea pendiente: dar el espaldarazo definitivo a la inversión en redes eléctricas que se están convirtiendo en un cuello de botella
Ahora, Beatriz Corredor, (entiéndame que quiero decir Moncloa) insiste y presiona para que Indra, participada al 28% por el Estado, se quede con Hispasat, (dicen que pide algo más de 1.100 millones).
Indra hace una valoración de entre 600 y 650 millones, que es prácticamente la mitad de lo que Redeia estima que, como mínimo, vale Hispasat.
“La buena noticia, en un sector como en el que estamos, es que la gente nos quiera…”, ha señalado hoy, en una entrevista a Capital Radio el Ceo de la compañía, Migue Ángel Panduro. “Yo, en cualquier caso, creo que Hispasat, en estos últimos años ha dado los pasos adecuados para potenciar su valor….Más allá de la operación de la que me habla, somos una empresa deseada, en el entorno nacional y también en el internacional”.
Lo de la ‘opción internacional’ mejor lo dejamos estar, Sr. Panduro. No vayamos a volver a las andadas porque, ¿no quedamos en que Hispasat es estratégica?
La cotización de Redeia sube en lo que va de año un 9,7%. Pero eso sí, capitaliza en los 8.860 millones, muy lejos de los 10.300 de 2021
Pero a lo que vamos, ¿por qué quiere vender Redeia y porque Indra debería comprársela? Pues porque, más allá de que se quiera convertir a Indra en una empresa líder en el sector de Defensa, Beatriz Corredor necesita dinero.
Corredor, que era renovada en su cargo por cuatro años más el pasado mes de junio, hasta 2028,...todavía, tiene una gran tarea pendiente: dar el espaldarazo definitivo a la inversión en redes eléctricas que se están convirtiendo en un cuello de botella que amenaza la transición renovable en España.
Es más, si la inversión en redes sigue creciendo al ritmo actual (es decir, lento, muy lento), será imposible que absorba la ambiciosa estrategia de proyectos de energías renovables.
Proyectos a los que, no sólo empresas sino también los estados, van a destinar cientos de miles de millones. “En nuestro país”, señalan fuentes consultadas, “este cuello de botella es todavía más estrecho debido a un marco regulatorio desfasado que podría estrangular el desarrollo de esta industria”.
Para Gustavo Martínez, catedrático de Finanzas de la Universidad Francisco Marroquín y analista de Mercados, la no inversión en redes probablemente obedezca al ajuste que la compañía hace del presupuesto, “que es limitado y cuyos recursos financieros se limitan a áreas de mayor impacto directo en el core del negocio, tales como la modernización de la red o el cumplimiento normativo”.
España, donde cerca de un 62% de la potencia instalada ya es renovable, produjo en 2023, por primera vez, más de la mitad de su electricidad con energías ‘verdes’. Y para mantener este nivel, hay que desarrollar una gigantesca infraestructura.
¿Por qué quiere vender Redeia Hispasat y porque Indra debería comprársela? Pues porque, más allá de que se quiera convertir a Indra en una empresa líder en el sector de Defensa, Beatriz Corredor necesita dinero
Al respecto, y en una entrevista reciente publicada por El Periódico de España, Beatriz Corredor se preguntaba y se contestaba a sí misma, con mucha complacencia: “¿Es suficiente la red actual? Para lo que hoy está ya conectado, lo es. Pero tenemos que caminar, acompañar [a las energéticas y a la gran industria] y anticiparnos”.
Anticiparse pero…poco porque, en los resultados presentados por Redeia de los nueve primeros meses del año, las inversiones sólo habían crecido un 8%, hasta 671 millones, la mitad que en el primer semestre, lo que hace difícil alcanzar el objetivo previsto de alcanzar los 1.000 millones de euros para 2024.
Se trata de un “esfuerzo inversor” que justifica el aumento de la deuda financiera neta en un 9,1% respecto al cierre de 2023, hasta los 5.428 millones.
Y mientras aumenta la deuda disminuyen los ingresos un 11,9%, a 1.364,6 millones de euros; el Ebitda (1.024 millones) se deja un 13,4%, mientras el beneficio neto cae cerca de un 24% hasta los 408,8 millones.
La cotización de Redeia sube en lo que va de año un 9,7%. Pero eso sí, capitaliza en los 8.860 millones, muy lejos de los 10.300 de 2021.