Los inversores aplauden a Repsol, que inicia un programa de recompra de 20 millones de acciones (y van dos en lo que va de año), representativas de, aproximadamente, el 1,70% del capital social de la compañía, por un importe máximo de 421,26 millones de euros.
Pero es un aplauso del 2% puntual porque la cotización de la energética ha perdido más de un 10% el pasado mes de julio, lo que le ha supuesto instalarse en números rojos en lo que llevamos de año (-6,6%), como casi todo el sector energético.
“Es una buena forma de remunerar al accionista, aunque no supone un pago directo al inversor como podría ser un dividendo”, explica Javier Cabrera, analista de mercados, pero no sólo eso, sino que, además, lanzas un mensaje positivo. “Una recompra de acciones supone que la directiva considera que la cotización está infravalorada, y actúa para mandar una señal al mercado”.
Cabe recordar que Repsol cerraba el 12 de julio otro programa de recompra de acciones por 913,92 millones equivalente a 35 millones de títulos, aproximadamente el 2,87% del capital social.
Repsol arranca este miércoles su segundo programa de recompra de acciones por un importe máximo de 421,26 millones de euros, equivalentes a 20 millones de títulos
Cuando anunció este programa, el mercado pagaba por sus acciones 15,4 euros. Ahora valen 12,6.
Desde 2022, Repsol ha amortizado un total de 350 millones de acciones, que suponen el 22,9% del capital social a finales de 2021.
“La infravaloración bursátil de determinados sectores y compañías respaldan las recompras de acciones como herramientas de generación de valor", señala un informe del Instituto Español de Analistas ,que recuerda, no obstante, que se trata de “una operativa que puede beneficiar más a los accionistas de control que a los minoritarios…, además de reducir el free-float (capital flotante) de la empresa cotizada, lo que puede llevarla a invertir menos de lo que debería a medio y largo plazo”.
Pero eso no parece ser problema para Repsol. Su nuevo plan estratégico contempla una inversión récord de hasta 19.000 millones hasta 2027 para acelerar su transformación hacia una compañía con cero emisiones netas.
Pero ese tránsito hacia lo ‘verde’ le va a suponer desembolsos de miles de millones y, por tanto, un mayor endeudamiento.
Ha sido precisamente, la deuda, uno de los ratios que penalizó el mercado tras la presentación de las cuentas del primer semestre: en concreto, la deuda neta ascendió a 4.595 millones, frente a los 797 millones en que cerró el primer semestre de 2023 y los 3.901 millones del pasado 31 de marzo.
Desde 2022, Repsol ha amortizado un total de 350 millones de acciones, que suponen el 22,9% del capital social a finales de 2021
Preocupa también la caída del margen de refino que se redujo hasta los 6,3 dólares por barril, un 1,6% menos que en el segundo trimestre de 2023.
El margen de refino es la diferencia entre los ingresos generados por los productos refinados del petróleo, como el combustible, y el coste de refinamiento del crudo. “Es un indicador importante para el negocio porque se centra en la materia prima en sí y no tiene en cuenta otros gastos administrativos”, señala Cabrera.
Repsol ha comprometido 1.128 millones de euros como dividendo en efectivo en 2025. La compañía distribuirá a sus accionistas 0,975 euros brutos por acción en 2025, lo que supone un 8% más en comparación con 2024.
En total, tiene previsto repartir 4.600 millones de euros en dividendo efectivo hasta 2027.