Diversificar o pasarlo mal. Tesitura en la que se encuentra, en estos momentos, Línea Directa, cuya principal línea de negocio son los seguros de automóviles y… tener coche, siempre ha salido caro, pero, ahora más.
La aseguradora ha perdido 14,6 millones, en los nueve primeros meses del año por el impacto que tiene la inflación en los costes de reparación y, sobre todo, por la crisis del seguro de automóvil, cuya siniestralidad se ha disparado tras aumentar los accidentes de tráfico, que han vuelto a niveles pre-pandemia. Es decir, que si las cifras de siniestralidad se desvían, pueden echar por tierra la rentabilidad de la compañía.
Hay que tener en cuenta que el ramo de autos alcanza ya el 79% de la facturación y, diversificar, en un contexto sectorial cada vez más competitivo y económicamente tan duro como el actual, con unos márgenes tan ajustados, como los que presenta la compañía, no es una tarea sencilla.
Las acciones de Línea Directa están ancladas en los números rojos. Caen en un mes cerca de un 8% y en lo que llevamos de año un 23%
Eso sí, los ingresos por primas han crecido un 3%, hasta 732 millones de euros
La reacción del mercado fue de caídas del 1,86% hasta los 0,84 euros al cierre de la jornada en la que se hicieron públicos los resultados, penalización que se ha intensificado hoy martes 31 de octubre, con descensos del 3,6%.
Y no es algo circunstancial porque las acciones de Línea Directa están ancladas en los números rojos. Caen en un mes cerca de un 8% y en lo que llevamos de año un 23%.
Y, atención, su capitalización bursátil se ha reducido prácticamente a la mitad desde 2021 (1.750 millones), año en el que salió a Bolsa, hasta los 919 a día de hoy.
En diciembre de 2019, Bankinter, su único accionista, anunció su intención de convertir a Línea Directa Aseguradora en una empresa cotizada. Debutó en el mercado el 19 de abril de hace dos años con subidas del 23% hasta los 1,62 euros.
Los ingresos por primas sólo han crecido un 3%, hasta 732 millones de euros
Quien los pillará, seguro que dice para sí Patricia Ayuela, consejera delegada de la aseguradora. Los títulos de la compañía valen hoy 0,82 euros.
Y esto significa que Jaime Botín, principal accionista, ha perdido 157,9 millones, en apenas dos años.
No es una buena noticia cuando se está de retirada. A sus 87 años ha delegado todo el poder en su hijo Alfonso, actual presidente no ejecutivo de Línea Directa del que, dicen, elude todo protagonismo, y siempre se mantiene en un segundo plano.
Sin embargo, y durante la última Junta de accionistas celebrada el pasado mes de marzo, se dejó ver y alzó la voz para defender al equipo directivo de la compañía. Ante las críticas de un accionista, en concreto, de un representante de Adicae, sobre la gestión y la evolución “nefasta” de la cotización, con más de un 30% de depreciación desde su debut en bolsa, Alfonso, calificó de “magnífico” al equipo directivo para resaltar que “se está dejando la piel” en su trabajo.
El ramo de autos alcanza el 79% de la facturación de la compañía y, diversificar, con unos márgenes tan ajustados, no es una tarea sencilla
Cartival S.A., sociedad instrumental de Jaime Botín, controla el 19,150% del capital. Tras Cartival, los principales accionistas son: Bankinter (controla un 17,415%) y Masaveu (5,282%); seguidos por Norbel Inversiones (5,001%), Lazard Asset Management (3,195%), y Brandes Investment Partners (3,002%), Invesco (2,499%) y Fidelity International Limited con el 1,239%.