Primera apreciación, a tener muy en cuenta. Soltec nace en 2004, en pleno ‘boom’ de las ayudas a las renovables. Sólo un dato, muy relevante, para saber de dónde venimos. Las ayudas al sector sumaron más de 5.700 millones hasta 2010.
Hay quién ha sabido gestionarlas mejor, y hay quién se ha quedado por el camino. Por ejemplo, Abengoa, la renovable de todas las renovables de la que dicen dejó un agujero de 6.000 millones, pionera en energía termosolar, y una de las mayores subvencionadas de la era Zapatero, fue disuelta como compañía en julio de 2023. (La verdad es que se resistió como gato panza arriba).
Esperemos que Soltec no siga el mismo camino, aunque el futuro pinta muy mal para la compañía con graves problemas financieros para los que busca solución desesperadamente.
Raul Morales, del que dicen es el principal artífice de Soltec (fundador y uno de los mayores accionistas), y que concentraba, hasta el pasado mayo, los cargos de presidente ejecutivo y CEO de la empresa, ahora está fuera de la gestión
Es más, las cosas han empeorado desde que uno de sus fundadores se desentendió de la gestión de la compañía.
Hablamos de Raúl Morales, del que dicen es el principal artífice de lo que, para bien y para mal, es Soltec, y que concentraba, hasta el pasado mayo, los cargos de presidente ejecutivo y CEO de la empresa.
Acaban de cumplirse cuatro meses desde que la compañía fotovoltaica optó por separar ambos cargos y nombrar consejero delegado a Mariano Berges, que acababa de incorporarse a la empresa.
A finales de agosto, Raúl Morales (que controla el 40% de la empresa) renunciaba también al cargo de presidente ejecutivo y era sustituido por Marcos Sáez, (director financiero durante 15 años en Soltec) y propuesto por el principal accionista José Francisco Moreno Riquelme (con el 42% del capital).
El comunicado remitido a la CNMV hablaba de discrepancias entre Morales y la auditoria EY…, “en el proceso de formulación de sus cuentas anuales consolidadas de 2023…”, y ha sido precisamente la CNMV la que decidía suspender la cotización de la compañía que acaba de anunciar que no presentará a tiempo el informe financiero semestral de 2024.
Para los analistas es complicado dar una valoración de la compañía si no tenemos unas cuentas que reflejen la imagen fiel del negocio
Si echamos un vistazo a la cotización, vemos que, en los últimos cinco días, los títulos han caído un más de un 17%, que desde que Morales dejara el puesto de CEO se ha dejado un 39%. En lo que va de año pierde un 52%.
Capitaliza por 146 millones, muy lejos de los 314 con los que cerró 2023.
“Para los analistas”, explica Eduardo Imedio, de Renta 4, es complicado dar una valoración de la compañía si no tenemos unas cuentas que reflejen la imagen fiel del negocio. Al final es un problema de gestión interna y de disputa con los auditores”.
Lo cierto es que, Soltec está al borde de la quiebra. La deuda que contabiliza, en el mejor de los casos, es de 220 millones de euros, está hundiendo la compañía que llegó a valer en Bolsa más de 1.200 millones en 2020.
Ese año se estrenó en el parqué como una gran promesa de las energías verdes. Pero la gestión, (“más pretenciosa de lo que verdaderamente podía asumir”, señalan fuentes del mercado); los desajustes contables, la incapacidad para refinanciar el pasivo y la complicada situación del sector, han terminado por hundirla.
La deuda que contabiliza Soltec, en el mejor de los casos, es de 220 millones de euros y está hundiendo la compañía, que llegó a valer en Bolsa más de 1.200 millones
Inmersa en un ajuste de plantilla y sin poder hacer frente a sus proveedores, la empresa, con sede en Murcia, que destaca por la producción de seguidores solares de inclinación para las placas fotovoltaicas, admite irregularidades en su gestión y se declara en preconcurso para empezar a negociar con sus acreedores financieros.
“Uno de los acreedores financieros de la empresa”, señalan las fuentes “no está dispuesto a seguir refinanciación la póliza de crédito y línea de avales que Soltec ha firmado con un sindicato bancario”.
La propia Soltec informaba en un hecho relevante que disponía desde el ejercicio 2018 “de una póliza de crédito revolving y una línea de avales facilitadas por un sindicato de entidades financieras para la financiación de sus actividades, con un límite en la actualidad de 90 millones de euros para la póliza de crédito revolving, y de 110 millones de euros para la línea de avales”.
El vencimiento estaba previsto para 30 de septiembre de 2024, con posibilidad de prórroga hasta 30 de noviembre.
Soltec admite que esta prórroga “no ha resultado eficaz tras la decisión de una de las entidades financieras de denunciarla”.