Caídas mínimas del 0,12% con la que ha cerrado la sesión del martes 7 de noviembre el Ibex 35 hasta los 9.230 puntos. Talgo cierre jornada en números rojos con descensos del 0,96% hasta los 3,62 euros por acción.
El mismo día que se filtraba la noticia de que parte casi, casi como favorito para hacerse con los megacontratos de trenes en Marruecos con vistas al mundial, sus acciones bajaron un 2%.
El capital que maneja Marruecos para potenciar su red ferroviaria no es poco porque tiene presupuestados cerca de 1.700 millones. Un primer pedido sería para los trenes de cercanías y regionales al que se sumaría después un segundo pedido para la alta velocidad.
A favor, que el Gobierno español está a partir un piñón con el marroquí después de que hayamos sumado a nuestro vecino del sur en la candidatura ibérica para celebrar el Mundial.
Pero ni con estas la cotización de Talgo (recuerden: tren articulado ligero Goicoechea-Oriol), levanta cabeza.
Trilantic, que, curiosamente, era dueño de las discotecas Pachá hasta este mismo verano cuando las vendió a un magnate indio por 350 millones, entró en el capital de Talgo en 2006
Por echar un vistazo rápido a la evolución de su cotización, desde que saliera a Bolsa, en mayo de 2015 y sus acciones se desplomaran un 9% en su debut hasta los 8,4 euros, acumula caídas del 57%, es decir, que el nivel de los 8 euros no lo ha vuelto a ver ni en sus mejores momentos. En lo que llevamos de año apenas ha subido un 7%.
Las cosas no han ido mejor para la capitalización de la compañía. De los 831 millones de 2019 ha pasado a los 462, a día de hoy. Por cierto, que, en 2019, el fondo español MCH salía del capital de Talgo al vender el 9% que tenía en la compañía, por 69 millones.
Los expertos señalan que los precios actuales no reflejan su valor real por los buenos fundamentales que presenta la empresa. Adjudicaciones de contratos, ya firmados con Alemania y Dinamarca, por ejemplo, no han tenido impacto en la cotización, más allá de las subidas puntuales al conocerse la noticia, especialmente, si tenemos en cuenta que “el contrato de Alemania”, señalan desde Renta 4, “representa el 45% de la cartera de pedidos total y un 140% de la cartera de fabricación”.
Sin embargo, y tras el revés que supuso conocer que en el año 2022 sus ingresos cayeron un 15% respecto al ejercicio anterior y se quedaron en los 469 millones, y su beneficio neto se desplomó un 98%, su apuesta por la innovación que supone poder fabricar los trenes más ‘modernos’ del mundo les lleva a pensar que la remontada se daba por descontada.
Y así ha sido porque con los resultados del primer semestre, Talgo corregía el descarrilamiento de 2022 lo que, por cierto, deslució su 80 aniversario. La compañía, que preside Carlos Palacio y Oriol y tiene como CEO a Gonzalo Urquijo, ha conseguido cambiar la deriva de su beneficio neto que se ha situado en 7 millones de euros en el primer semestre, un 31,7% superior al de hace un año. Por su parte, el ebitda se ha disparado un 72%, a 33,6 millones, y los ingresos han aumentado un 32,5%, a 288,6 millones, gracias a la mayor actividad.
Los dividendos serán este año un 20% más generosos, a pesar de los problemas que sigue habiendo en la cadena de suministro y de la elevada inflación
Tal es el subidón,Gonzalo Urquijo anunciaba que los dividendos serán este año un 20% más generosos, a pesar de los problemas que sigue habiendo en la cadena de suministro y de la elevada inflación
Un aumento del dividendo que, dicen las mentes calenturientas, se debe a la presión de los accionistas. En Talgo, el principal accionista es Pegaso Transportation International, que controla un 40,033% del capital, y que, a su vez, está controlada en un 63% por el fondo Trilantic Capital y en un 20,3% por la familia Oriol.
Ya saben, sabemos todos, que el objetivo de los fondos es ‘ganar pasta a toda costa’. Se especula incluso que la salida a Bolsa de Talgo también fue una imposición de Trilantic. No era un buen momento y pasó lo que tenía que pasar, es decir, que la acción se desplomó con contundencia. Así que, o bien se valoró a precios muy altos para dicho debut, o bien lo ocurrido en estos ocho años (incluido el parón del Covid) ha hecho demasiado daño en el precio de la acción.
Además de Trilantic Capital, en el accionariado está Torrblas, empresa especializada en los sectores de Infraestructuras y con una cartera inmobiliaria europea compuesta por activos residenciales, que tiene el 5,03%, le sigue Santa Lucía que, en febrero, reducía su participación del 4,9% al 2,9% debido, según explicaban sus analistas, a que no ha cumplido en Bolsa con las expectativas que tenía la aseguradora.
Trilantic, que, curiosamente, era dueño de las discotecas Pachá hasta este mismo verano cuando las vendió a un magnate indio por 350 millones, entró en el capital de Talgo en el año 2006.
Ochenta y un años se han cumplido desde su nacimiento (Álava 1942). Ahora Talgo vende sus trenes en Alemania, Kazajistán, Uzbekistán, Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos avalado, entre otras cosas, por disponer de la tecnología para alcanzar una velocidad superior a los 300 km/h. Alstom o Siemens, sus principales competidores, van por detrás en un sector como el de la alta velocidad donde hay mucho dinero en juego.
Los expertos señalan que los precios actuales no reflejan su valor real por los buenos fundamentales que presenta la empresa
La cúpula de Talgo la componen Carlos de Palacio y de Oriol, nieto del empresario José Luis Oriol, su fundador junto al ingeniero Alejandro Goicoechea. El consejero delegado es Gonzalo Urquijo, que, entre otros cargos, fue presidente de ArcelorMittal en España y de Abengoa. También está en el Consejo de Administración José María de Oriol Fabra, CEO entre los años 2002 y 2021; Trilantic cuenta con dos consejeros dominicales, Javier Olascoaga y Javier Bañón.