Hace unas semanas se hacía público el Libro Blanco de la Reforma Tributaria. En sus 800 páginas, se centraba en la fiscalidad medioambiental, la imposición en Sociedades, la tributación patrimonial y la tributación de la economía digitalizada y la fiscalidad en las actividades económicas emergentes. un Libro Blanco lleno de diagnósticos y recomendaciones, muy verde, muy igualitario, moderado, con perspectiva de género, y que lo que buscaba era subir impuestos y perseguir el ‘dumping fiscal’ de Madrid.
Este lunes el Círculo de Empresarios ha publicado el documento titulado “Una reforma tributaria que impulse la competitividad”, presentado por el presidente del Círculo, Manuel Pérez-Sala, y el presidente del grupo de trabajo de Fiscalidad, Alberto García Valera. Las propuestas que recoge dicho informe distan mucho de las planteadas por el Comité de Expertos de Marisú.
En primer lugar, el Círculo apuesta por un análisis de la eficiencia del gasto público previo a cualquier aumento de tributos. Además, señala que “las armonizaciones fiscales entre figuras y tipos impositivos no deben realizarse entre Administraciones españolas sino entre Administraciones europeas bajo criterios técnicos y racionales que favorezcan una competencia fiscal sana”.
El informe analiza comparativamente la tributación de los Estados miembro de la UE, concluyendo que es esfuerzo fiscal en España es superior a la UE-27. Y aclaran que esta realidad no se debe a que España tenga tipos impositivos inferiores al resto de Europa, sino que hay un menor número de contribuyentes. Es decir, pese a los “datos espectaculares” que nos presentaban desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España hay una alta tasa de paro y un nivel de economía sumergida elevado. En este punto, los expertos del Círculo dejan claro que: “el aumento de la presión fiscal provocará el efecto contrario al perseguido. Aumentarán los obstáculos a la creación de empleo y la economía sumergida”.
En el ámbito de la fiscalidad sobre las rentas del trabajo, tal y como hemos defendido en Hispanidad, el Círculo cree necesario “rebajar las cotizaciones sociales a cargo de la empresa, superiores a las existentes en la UE-27, para ganar competitividad y eliminar barreras de entrada al mercado de trabajo”.
En la imposición sobre el consumo es preciso una simplificación del diseño del IVA, una reasignación de tipos considerando la estructura productiva y su eventual repercusión económica y social, así como la eliminación de restricciones que limitan las inversiones.
La organización advierte que no es conveniente mantener figuras impositivas que no existen en el conjunto de Europa, y proponen suprimir el impuesto de patrimonio y mantener el impuesto de sucesiones y donaciones generalizando elevadas exenciones para las transmisiones directas.
El Círculo considera que “el sistema tributario debe ser simple, transparente, eficiente, estable y neutral” y concluye afirmando que cualquier reforma en el contexto actual, sin la recuperación consolidada, inflación alta, déficit público y elevado nivel de endeudamiento debe promover el crecimiento económico e impulsar la actividad empresarial. Recordemos que la ministra de Hacienda dijo de manera apresurada que, ante el contexto de inestabilidad internacional, no se iba “a plantear ninguna subida fiscal", pero no lo duden, Marisú Montero hará lo que le dé la gana cuando le dé la gana.