Al coche japonés le gusta venderse en España pero no tanto fabricarse aquí: Toyota produce la furgoneta Proace City en la planta del grupo franco-italoestadounidense Stellantis situada en Vigo; mientras Nissan cerrará sus plantas de Barcelona (Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca) a final de año, tras anunciarlo en mayo de 2020, y sólo hará piezas de recambio en Ávila y en los Corrales de Buelna (Cantabria). Un contexto a tener en cuenta antes de hablar de que Nissan y Suzuki se recuperan, pues han ganado 1.288 millones de euros y 767 millones, respectivamente, en su primer semestre fiscal (abril a septiembre), y también han aumentado su beneficio operativo y facturación.

En concreto, Nissan ha logrado despedirse de las pérdidas, logrando un beneficio neto de 1.288 millones en su primer semestre fiscal, gracias al mejor rendimiento de las ventas y a pesar del desafío que supone la escasez de semiconductores, y el beneficio operativo también ha pasado de terreno negativo a positivo, situándose en 1.062 millones. Por su parte, los ingresos han ascendido a 30.097 millones (+27,6%) por el repunte de la demanda global, especialmente en sus mercados clave (Japón y EEUU).

Ashwani Gupta, jefe de operaciones de Nissan, señala que la vuelta a la rentabilidad se debe al “mejor rendimiento y la mejor calidad de las ventas de vehículos” y a los esfuerzos para dar mayor eficiencia a los procesos durante la pandemia

Ashwani Gupta, jefe de operaciones de Nissan, ha señalado que la vuelta a la rentabilidad se debe al “mejor rendimiento y la mejor calidad de las ventas de vehículos” y a los esfuerzos para dar mayor eficiencia a los procesos durante la pandemia. “Hemos dado prioridad a racionalizar nuestro negocio y a centrarnos en mercados clave, además de continuar apostando por la innovación”, ha añadido. Por ello, la previsión para el ejercicio fiscal que acaba en marzo de 2022 es obtener un beneficio de 1.327 millones, frente a los números rojos de 3.427 millones del ejercicio anterior. Eso sí, mantiene el cierre de sus plantas en Barcelona, que dejarán de producir coches a final de año, y la Comisión de Reindustrialización avanza en las negociaciones para cerrar un acuerdo.

Suzuki también ha tenido un buen semestre fiscal, pues ha aumentado su ganancia neta un 85%, hasta 767 millones; su beneficio operativo ha ascendido a 756 millones (+32,2%) y su facturación ha crecido un 31,8%, a 12.775 millones. Sin embargo, ha recortado sus previsiones de beneficio operativo e ingresos para el conjunto del presente ejercicio fiscal, aunque mantiene la de lograr una ganancia neta de 1.145 millones, un 2,4% superior a la del anterior ejercicio.