Parece que en este 2022 la energía nuclear va a dar mucho que hablar… Recuerden que la semana pasada arrancó con la propuesta de la Comisión Europea para considerarla como energía verde, algo que España, Alemania, Austria, Dinamarca y Luxemburgo rechazan. Ahora es el comisario europeo del Mercado Interior, el francés Thierry Breton, ha defendido que la descarbonización en la UE debe incluir a la nuclear para cumplir los objetivos climáticos, mientras a Teresa Ribera le sale una colega (Cristina Narbona) para criticar dicha energía.

Breton ha señalado que para la descarbonización se deben invertir 500.000 millones de euros en nuevos reactores de aquí a 2050. Esto significa unos 20.000 millones anuales para reactores de nueva generación que se sumarán a los 50.000 millones necesarios de aquí a 2030 para mantener en funcionamiento las centrales actuales, según ha explicado en una entrevista publicada en el diario galo Le Journal du Dimanche.

Breton subraya que la nuclear aporta un 26% de la producción de electricidad en la UE y que, aunque los expertos estiman que su peso pasaría a menos del 15% para 2050, la producción nuclear deberá aumentar

El comisario europeo del Mercado Interior ha subrayado que la nuclear aporta un 26% de la producción de electricidad en la UE y que, aunque los expertos estiman que su peso pasaría a menos del 15% para 2050, la producción nuclear deberá aumentar. ¿Por qué? Las centrales más antiguas tendrán que cerrar… y aunque no lo dice, también los apagones nucleares previstos de algunos países -Alemania ya lo acaba de empezar y le seguirán Bélgica y España-.

Breton también es partidario de que la UE considere la nuclear como energía verde: “incluirla en la taxonomía es crucial para permitir al sector atraer todos los capitales que necesitará”. Y no es de extrañar su postura, teniendo en cuenta que es francés, que su país obtiene el 70% de su electricidad de la nuclear y que Emmanuel Macron ha anunciado un relanzamiento de dicha energía, incluyendo la construcción de nuevos reactores. De hecho, se prepara para construir seis nuevas centrales entre 2035 y 2037 con una inversión de 50.000 millones, según la propuesta que ha presentado Électricité de France (EDF), la estatal de generación y distribución eléctrica.

Narbona señala que la nuclear no es “ni verde ni barata ni segura” y que “tiene altos costes de producción y peligros como la catástrofe de Fukushima”

Sin embargo, en España, la cosa en bien distinta, lamentablemente. Ribera pasa de la nuclear, a pesar de que es clave en la transición, y tampoco tiene en cuenta que sacarla de la ecuación aumenta los precios de la electricidad (el martes llegará a su nivel más alto en lo que va de enero, llegando a 223,16 euros por megavatio hora en el pool). Ahora le ha salido apoyo: el de la socialista y antinuclear Cristina Narbona, vicepresidenta del Senado y presidenta del PSOE. En concreto, ha escrito un artículo en El País, en el que ha referido que la nuclear no es “ni verde ni barata ni segura”, que “aunque no emita dióxido de carbono mientras funcionan las centrales, sí lo hace a lo largo de su prolongadísimo ciclo de vida” y que “tiene altos costes de producción y peligros como la catástrofe de Fukushima”. Sin duda, tenía menos reparos con la nuclear cuando se embolsaba más de 100.000 euros anuales como consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo independiente de la Administración General del Estado que tiene como misión la seguridad nuclear y la protección radiológica de las personas y el medio ambiente.

Narbona fue consejera del CSN entre diciembre de 2012 y junio de 2017, cuando renunció a un sueldo de 103.921,41 euros al aceptar ser la presidenta del PSOE y el CSN celebró su salida. Pero tranquilos, no lloren por el bolsillo de la esposa de Josep Borrell porque actualmente su sueldo es de 115.853,92 euros, según Newtral. Y dejando a un lado el sueldo de Narbona, en Twitter, el ingeniero nuclear y divulgador científico Alfredo García (más conocido en la red social del pajarito azul como Operador Nuclear) le ha respondido a algunos aspectos de su artículo.

 

 

La socialista señalaba que “para quien crea que exageramos al hablar de la catástrofe de Fukushima, una década después, infórmense los que niegan los riesgos potenciales de las centrales nucleares, y el fallo humano que hubiera podido producirse incluso sin tsunami”. Operador Nuclear le ha pedido que “evaluemos los riesgos desde un punto de vista científico y no demagógico, como ha hecho el JRC”, porque “el riesgo cero no existe. Sin embargo, quemar combustibles fósiles en lugar de utilizar energía nuclear (su potencia constante no se puede garantizar con las renovables variables) contribuye a la muerte de 7 millones de personas, según la OMS”.

Asimismo, Operador Nuclear le ha recordado el informe sobre las consecuencias del accidente nuclear de Fukushima que elaboró la Organización Mundial de la Salud, donde entre otros aspectos refirió que no hubo lesiones agudas por radiación ni muertes entre los trabajadores o el público debido a la exposición a la radiación resultante del accidente. Y por cierto, no hay que olvidar que de esta catástrofe sacó tajada la propia Narbona al publicar junto al periodista Jordi Ortega, el libro La energía después de Fukushima. Y en cuanto a las emisiones, hay que recordar que la nuclear es la que emite menos CO2 que cualquier renovable en todo su ciclo de vida, como señala Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE, por sus siglas en inglés).