Jaume Roures, el hombre de Mediapro, tiene pocas ideas pero confusas y muy arraigadas. La primera de todas ellas es controlar Fundación Caixa, de la que penden el grupo industrial Criteria y Caixabank.
Pero como controlar la Fundación que preside Isidro Fainé, por quien Roures no siente un especial cariño, resulta un tanto complejo, don Jaume habla y no para con sus amigos Pablo Iglesias y con su otro amigo, Gabriel Rufián (menos amigo que el primero) para presionar a Moncloa y a la titular de Economía, Nadia Calviño. Se trata de obtener el placet para que el Club Roures pueda influir en Caixabank, a través de la participación, ya del 17,5%, que el Estado posee en Caixabank.
A fin de cuentas, ni la izquierda podemita consiguió la nacionalización de Bankia, como pretendía, ni ERC consiguió convertir a la antigua Caixa, hoy Caixabank en su brazo armado financiero. No sólo eso sino que forzó a Fainé, y a varios centenares de empresas catalanas, a marcharse de Barcelona. Todo ello ocurrió antes de la Declaración unilateral de Independencia (DUI que no DIU) y del 1-O.
No, donde ahora presionan tanto ERC, como Podemos, como, sobre todo, Roures, siempre dispuesto a capitanear cualquier operación donde haya que poner contactos, que no dinero, es en algo tan sencillo como en aumentar el número de representantes del FROB en el Consejo de Caixabank de uno a dos. O más simple, poner a un hombre que responde al FROB pero también a los conspiradores, en sustitución del actual consejero en representación del Estado, Teresa Santero Quintillá, quien sólo reporta a Nadia Calviño, cuando lo que pretenden los intrigantes es que reporte directamente a ellos. Por ejemplo, a ERC y a Mediapro. Así, todo quedará en familia.
Como todo esto resulta bastante difícil de conseguir con la aragonesa Santero, quien, hasta ahora, ha colaborado con lealtad, con el presidente Goirigolzarri y el Ceo Gortázar, siempre se la puede sustituir por otro dominical en representación del FROB pero a las órdenes de Roures.
Conste que el principal objetivo de Roures no es Caixabank, sino la matriz del grupo, la Fundación Caixa. Y también Criteria, que no en vano es la matriz de una cartera accionarial donde, por ejemplo, figura Telefónica, otra empresa con la que sueña el imaginativo hombre de Mediapro.
Recuerden que, como adelantara Hispanidad, Jaume Roures participó en una reunión con la cúspide del gobierno peruano en representación de Telefónica, para intentar "arreglar" el contencioso de la teleco con la agencia tributaria peruana. Todavía hoy, muchos se preguntan en la compañía qué pintaba allí Jaume Roures, salvo su condición de amigo del consejero socialista de Telefónica, Javier de Paz, que sí participaba en la reunión.
Recuerden, por último, que Caixabank y Fundación Caixa son accionistas de Telefónica. Entre ambas suman un 5,3% e Isidro Fainé es vicepresidente de la operadora.