Tenemos un gobierno sociopodemita empeñado en insultar a los empresarios porque considera que esa demagogia le otorga voto, pero la sorpresa ha sido mayúscula: la huída de Ferrovial a Amsterdam no ha servido para que los españoles apoyen al Gobierno, pese a la campaña de ataques constantes a la compañía y a Rafael del Pino. Pero no sólo eso, sino que se ha obtenido consenso empresarial total pro del Pino y en contra de Sánchez. "Libertad y respeto", lo denomina un empresario del IBEX.
CEOE, el Instituto de Empresa Familiar (IEF), el tejido empresarial al completo se han unido para defender a Ferrovial. El último en sumarse a las críticas al Ejecutivo y en mostrar su apoyo a del Pino ha sido el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala, que en una entrevista ha afirmado que "En el Gobierno hay fanatismo antiempresarial. La situación es muy grave".
"Lo que está sucediendo es inaceptable. El Gobierno está utilizando a los empresarios para eludir su responsabilidad sobre otros temas y distraer a la opinión pública. Además, el Gobierno tiene la obligación de defender a los empresarios como a cualquier otro ciudadano, y no entrar en ataques personales y en descalificación. Actúa más como un gobierno autoritario de una democracia aparente más que de una democracia plena. Está rompiendo los principios esenciales de un Estado de derecho, de respeto a los ciudadanos, a la libertad individual, a la libre empresa", ha añadido Pérez-Sala.
"Cuando una compañía decide optar por una solución que es absolutamente legal y legítima dentro del marco jurídico europeo, el Gobierno se opone sin fundamentos a esa decisión e inicia una campaña con todas las herramientas del Estado para revisar esa decisión. Por supuesto que la decisión de Ferrovial está absolutamente fundada en toda una serie de razones y entiendo que no es quién el gobierno para aplicar sus criterios morales e impedir una decisión de este tipo".
La pelea entre el Gobierno Sánchez y los empresarios españoles ha llegado a tal punto que tanto el Instituto de Empresa Familia, como en la CEOE, predicen que el caso Ferrovial ha sido el primero pero no va a ser el útlimo. Se quejan de que el Ejecutivo español no apoya a la empresa española, más bien sus ministros se dedican al insulto directo
El Presidente del Cículo carga contra nombres propios, por ejemplo, contra Calviño, "sus propias manifestaciones desmienten su afirmación. Porque si un Gobierno tiene que buscar las puertas ocultas o los sistemas más rebuscados de la propia legislación española para impedir una acción legítima, es que en este país tenemos realmente poca seguridad jurídica".
La pelea entre el Gobierno Sánchez y los empresarios españoles ha llegado a tal punto que tanto el Instituto de Empresa Familia, como en la CEOE, predicen que el caso Ferrovial ha sido el primero pero no va a ser el útlimo. Se quejan de que el Ejecutivo español no apoya a la empresa española, más bien sus ministros se dedican al insulto directo.
Por supuesto, al carro de las críticas e insultos también se siguen sumando voces, la última la de Mariano Bacigalupo, exconsejero de la CNMC, actual consejero de la CNMV y marido de la ministra Teresa Ribera, que deja entrever que existen motivos políticos en la decisión de Ferrovial y reclama a la empresa que sea “transparente” y no “engañe”.
La compañía mientras tanto ha mantenido este jueves un encuentro con sus inversores de renta fija para explicarles el proceso de traslado de su sede social a Países Bajos y su paso a cotizar en Estados Unidos, haciendo hincapié, una vez más, en que seguirá cotizando en España y que su cotización en Ámsterdam está condicionada a que pueda cotizar en ambos países a la vez.
Como hemos dicho en Hispanidad, Rafael del Pino tiene razones, pero no tiene razón: contra Sánchez hay que luchar abiertamente con argumentos, no huir. Lo cual no quita para que del Pino tenga razón. Holanda es un paraíso fiscal encubierto y Wall Street es un mercado financiero más grande que el español.
En una conversación privada que tuvo lugar hace unos meses, el empresario llegó a reconocer que "No se puede sobrevivir con este Gobierno", mientras se quejaba de no poder trabajar con un Gobierno que está en contra del emprendimiento y que no habla con los empresarios, solo con las grandes multinacionales extranjeras.
Como hemos dicho en Hispanidad, Rafael del Pino tiene razones, pero no tiene razón: contra Sánchez hay que luchar abiertamente con argumentos, no huir. Lo cual no quita para que del Pino tenga razón. Holanda es un paraíso fiscal encubierto y Wall Street es un mercado financiero más grande que el español
En este clima de hartazgo y con el plan de contingencia en el cajón, se activó la marcha de Ferrovial. Y no, no es por razones personales, el señor del Pino va a seguir tributando en España, Países Bajos no es un paraíso fiscal para las personas jurídicas, pero sí para las empresas. Lo que quiere del Pino es que su empresa tenga más baratas y mejores condiciones de financiación. Una empresa se financia o a través de bonos o de créditos bancarios, y en ambos casos Holanda tiene mejores condiciones que España. El cotizar en Wall Street sí facilita la financiación, pero lo importante es que el rating de Holanda es mejor que el de España, porque a una empresa no puedes darle más riesgo del que tiene el país en el que tiene su sede fiscal, por lo que irse a Países Bajos significa una financiación más barata.
E insistimos, este enfrentamiento entre los empresarios españoles y Sánchez, puede provocar que otras empresas sigan el ejemplo, algo que pone a Sánchez y Calviño de los nervios. Ambos quieren irse a Europa con grandes cargos, salir por la puerta grande. Y con qué cara pueden desembarcar en Bruselas y exigir un puesto, cuando no son capaces de retener las empresas españolas en su propio país.