Los alemanes aseguran que España no debe tener al vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, y además al presidente del mecanismo único de supervisión (MUS).
Margarita Delgado es una funcionaria, técnicamente excelente pero a la que jamás se le ha oído expresar una estrategia o una visión del mapa bancario europeo, ni tan siquiera de cuál deben ser las normas de funcionamiento bancario, ni con tipos cero, ni con inflación galopante. Vamos, que no es que le falte bagaje intelectual es que no se moja ni en la ducha.
En cualquier caso, siempre será mejor que Andrea Enría al frente del Consejo de Supervisión del BCE, a quien pretende sustituir, que abandona el cargo sin que tengamos la menor propuesta de cómo medir la solvencia bancaria o de cómo liquidar bancos insolventes. Esto último no es asunto suyo directo pero sí directísima consecuencia del trabajo de supervisión. Con Delgado, tampoco habría unas normas pero aplicaría mucho mejor las vigentes en cada momento.
En cualquier caso, una cosa es que haya consenso en la banca española para que Delgado presida el Comité Supervisor bancario y otra cosa es que disponga de consenso europeo. Los alemanes, por de pronto, se descuelgan con su habitual crítica a España: demasiados cargos.
Mientras tanto, nadie sabe responder qué va a ser de la banca europea. Es la cuestión más relevante... así que puede esperar.
Hay tiempo hasta fin de año, cuando Andrea Enría abandone su cargo en el Mecanismo Único Supervisor (MUS), pero son tiempos de Francfort, donde trabajar más de una hora al día provoca estrés. En cualquier caso, ¿qué dice la interesada? Pues ya saben: ha abierto la ventana para poder oír la llamada.