Correos es el gran desastre que Juan Manuel Serrano, amigo de Pedro Sánchez, dejó a PedroSaura. Otra cosa bien sabida es que al tratarse de una empresa pública nos seguirá saliendo bastante cara a los contribuyentes españoles, ahora por culpa de miles de indemnizaciones, mientras urge que crezcan más los ingresos.

La empresa pública del servicio postal acumuló pérdidas de 1.200 millones de euros (cifra que los sindicatos CCOO y UGT llegaron a elevar a 1.500 millones) con Serrano, quien no fue castigado por su mala gestión sino premiado con otro cargo público, pasando de depender del Ministerio de Hacienda liderado por María Jesús (Marisu) Montero a hacerlo del de Transportes y Movilidad Sostenible que dirige Óscar Puente. En concreto, Serrano fue elegido para la dirección general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT), que gestiona las nueve autopistas de peaje que revirtieron en el Estado por sus problemas financieros. Por su parte, a finales de diciembre de 2023, a Pedro Saura le cayó el gran ‘regalo’ de la presidencia de Correos, tras haber arreglado el desastre de pérdidas en Paradores que había dejado Óscar López (actual ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública) hasta mediados de 2021 y devolver a la hotelera pública a números negros. Aunque no lo ha tenido fácil, en su primer año, Saura ha conseguido reducir las pérdidas de Correos a 95 millones e incrementar los ingresos un 3,6%, por el fuerte recorte de gastos, pero no es suficiente para arreglar la crisis.

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Entre las medidas, está el Acuerdo Marco para el IV Convenio Colectivo que firmaron los sindicatos CCOO, UGT, CSIF y SL el pasado 31 de diciembre. Este pacto supone que Correos nos seguirá saliendo bastante cara a los contribuyentes de nuestro país al establecerse una jornada laboral de 35 horas por semana, flexibilidad remunerada, prejubilaciones y salidas incentivadas. Hace unos días, se ha completado la primera fase y se ha ampliado el plazo para la segunda hasta el 30 de junio. CCOO ha presumido que ha acordado la salida voluntaria incentivada de 1.000-1.200 funcionarios, la puesta en marcha de una nueva oferta de empleo (a través de las pruebas de ingreso para ser fijo en la empresa pública) y el no despido de casi 800 empleados afectados por el cierre de 38 centros que recibirán hasta 1.500 euros de indemnizaciónpor su reubicación. Eso sí, no hay que olvidar que en total, Correos y sindicatos barajan las prejubilaciones de casi 8.000 laborales hasta 2028, así como mejoras salariales y la implantación de la jornada de 35 horas. Recuerden que con esta última medida, Yolanda Díaz estará feliz porque quiere que se reduzca a 37,5 horas, algo con lo que al final tragó el resto del Gobierno en un anteproyecto de ley que aún está pendiente de tramitación parlamentaria, mientras desde la CEOE, su presidente, Antonio Garamendi, defiende que la jornada sea de 41,2 horas.

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CCOO presume de acordar la salida voluntaria incentivada de 1.000-1.200 funcionarios, la puesta en marcha de una nueva oferta de empleo y el no despido de casi 800 empleados afectados por el cierre de 38 centros que recibirán hasta 1.500 euros de indemnización por su reubicación

En paralelo, Saura ha logrado que el Gobierno (a través del Ministerio de Hacienda, y en concreto, de la SEPI -dueña del 100% de Correos-) acordara con los sindicatos la inyección de 3.000-4.000 millones que saldrán de las arcas públicas para acometer el nuevo plan estratégico a 2028. Dicho plan pone el acento en que Correos es el único instrumento del Estado con la capacidad de llegar, de manera física, a todos los hogares del territorio español en un solo día, lo que lo convierte en un activo crítico y estratégico. Esto último hace que para Saura, “la red de Correos no sólo sea idónea para entregar cartas y paquetes, sino también para prestar otro tipo de servicios esenciales a la ciudadanía que faciliten su día a día allá donde estén o ayuden a resolver situaciones de catástrofe o seguridad nacional. Ese papel, que ya cumplen otros operadores postales europeos, generará una diversificación e incremento de los ingresos que, junto con una racionalización de los costes, pondrá de nuevo a Correos en beneficios”.

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En el capítulo de ingresos, el nuevo plan estratégico busca reforzar el sector postal tradicional (a pesar de que cada vez se envían menos cartas con el auge del correo electrónico y las aplicaciones de mensajería instantánea -WhatsApp y Telegram, entre otras-), mejorando su calidad e impulsando la paquetería (algo que podría haber sido su gran negocio, pero no lo supo ver a tiempo y ahora enfrenta la fuerte competencia de empresas como MRW, DHL, Amazon, etc.) incluso aspirando a mayores tráficos transfronterizos. Asimismo, Correos pretende aumentar y diversificar los ingresos mediante nuevas actividades como servicios financieros (a través de acuerdos con entidades para poner cajjeros automáticos en sus oficinas o incluso llegó a barajar crear un banco a modo de la antigua Caja Postal), trámites administrativos, venta de seguros (ya tiene un acuerdo con la aseguradora francesa AXA), o servicios logísticos más complejos y sofisticados (la distribución de productos de frío, por ejemplo), al tiempo que acomete un Plan de Eficiencia Operativa con inversiones en tecnología e innovación, y mantiene el esfuerzo por reducir costes, especialmente los de escaso valor para la empresa pública de servicio postal.