La crisis del automóvil continúa y cada vez es más profunda. Tras un 2021 que fue otro annus horribilis (las ventas sólo subieron un 1% respecto a 2020, pero aún fueron un 32% inferiores a las de 2019, y se produjo un batacazo en producción), 2022 no ha empezado bien: España ha registrado el segundo peor enero en ventas desde el año 2000 por la falta de chips y la crisis económica que ha provocado el Covid, según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Se han matriculado 42.377 turismos y todoterrenos en enero, sólo 400 más (+1%) que hace un año… y eso que en este no ha habido borrasca Filomena, destacando el fuerte desplome en el canal alquilador (-64,4%), frente a los crecimientos entre particulares (+13,3%) y empresas (+4,4%). Por su parte, las ventas de vehículos comerciales ligeros han bajado un 27,3%, a 6.939 unidades; y las de vehículos industriales y autobuses han subido un 14,5%, hasta 2.286.
Las principales asociaciones del sector advierten que la industria del automóvil corre el riesgo de perder la relevante posición que tiene en términos de PIB, aluden al alza del Impuesto de Matriculación y no creen que superen el millón de unidades matriculadas hasta 2023
Desde Anfac, su directora de Comunicación, Noemi Navas, ha subrayado que la industria del automóvil “se está debilitando y no solo no puede contribuir a la recuperación de la economía, sino que corre el riesgo de perder la relevante posición que ostenta en términos de PIB y empleo de calidad en España”, y ha recordado que “una mayor presión fiscal sobre la renovación complica la situación, retrae al consumidor y penaliza la descarbonización” en alusión al alza del Impuesto de Matriculación. Por su parte, Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto (patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales), ha destacado que “el cambio de año no ha supuesto un cambio de tendencia en las matriculaciones, que se han reducido a la mínima expresión, hasta casi la mitad de las que se registraban antes de la pandemia” y ha considerado que “hay que recuperar cuanto antes el mercado”. Y desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), su directora de Comunicación, Tania Puche, ha señalado que “los próximos meses van a seguir marcados por la escasez de semiconductores y las alteraciones en la cadena de suministro” y que por ello, “no será hasta 2023 cuando, en principio, superemos la barrera del millón de unidades matriculadas”.
De los 42.377 turismos y todoterrenos vendidos en enero, 19.084 han sido electrificados, híbridos y de gas, superando a los de gasolina y los de diésel. En nuestro país, las ventas de vehículos alternativos han ascendido a 19.845 (+57,8%), pero José López-Tafall, director general de Anfac, insiste en que deben aumentar las infraestructuras de recarga y los planes de ayuda a la compra eficientes. En concreto, las ventas de vehículos híbridos convencionales o no enchufables -tienen una pequeña batería que se recarga por el motor- continúan siendo las más numerosas, con 13.339 (+43,5%); le siguen las de híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y mediante un enchufe-, con 3.218 (+123%); las de eléctricos, con 2.188 (+254%); y los de gas, con 1.098 (-10,6%).