Nuevos síntomas de que la crisis del automóvil se agrava, como ya decíamos en Hispanidad tras conocer las últimas cifras de producción y exportación. Ahora se puede ver que las ventas no remontan, pues en los once primeros meses aún son inferiores en un 33% a las del mismo periodo de 2019, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), y ojo, el sector prevé cerrar el año en torno a 855.000 unidades vendidas.
Esto supondría que se encadenarían “dos años bajo mínimos, en los que será como si 2020 y 2021 hubieran tenido un trimestre menos”, ha explicado Tania Puche, directora de Comunicación de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Los motivos son conocidos (la escasez de chips y la caída de la demanda por la crisis económica), pero a los efectos de menores ventas, se suma ya una cartera de pedidos de más de 100.000 unidades, clientes que se verán perjudicados por la subida del impuesto de matriculación el 1 de enero: desde la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales (Faconauto), su director de Comunicación, Raúl Morales, insiste en la necesidad de prorrogar dicho impuesto “para regularizar la situación del mercado e ir hacia un nivel de matriculaciones más lógico para nuestro país y avanzar en la renovación del parque”.
A las menores ventas por la escasez de chips y la caída de la demanda debido a la crisis económica, se suma ya una cartera de pedidos de más de 100.000 unidades, clientes que se verán perjudicados por la subida del impuesto de matriculación el 1 de enero
Pero el Gobierno no parece dispuesto a ayudar al sector. Noemi Navas, directora de Comunicación de Anfac, ha subrayado el impacto negativo que supondrá eliminar las enmiendas a los Presupuestos que incluían cuestiones fiscales para recuperar el mercado e impulsar la renovación y electrificación del parque. Y considera que así se agravan los problemas, siendo “necesario activar ya una política integral para el sector de la automoción y medidas ágiles, contundentes y de calado”.
Vayamos a las cifras. En noviembre, se han vendido 66.399 turismos, un 28,7% menos que hace dos años y en el acumulado de los once primeros meses, 773.396 (-33%). El canal de particulares ha sido el que menos ha caído en noviembre, pero el único que ha seguido en terreno negativo en el acumulado (-11,9%), frente al de empresas (+4,7%) y alquiladores (+67,1%), en comparación con los datos de 2020.
Eso sí, en noviembre, la cuota de mercado de coches alternativos (electrificados, híbridos y de gas) ha sido del 35,5% en el undécimo mes, superando por primera vez las ventas de los de gasolina (34,5%) y diésel (29,9%). Normal, si pese a la incertidumbre, hay anuncios de fin para el coche de combustión, algo que le encanta a Teresa Ribera. Con algo más de detalle, de ese 35,5%, el 4% corresponde a los eléctricos; el 5,5% a los híbridos enchufables -es decir, los que tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y mediante un enchufe-; y el 24% a los híbridos no enchufables -también llamados híbridos convencionales y que son los que llevan una pequeña batería que se recarga por el motor-. Claro que en el acumulado del año, la cuota de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables) se ha situado en el 6,6%. En concreto, se han vendido 28.859 vehículos alternativos en noviembre, un 21,2% más que hace un año, y un total de 276.625 (67,4%) en el acumulado del año.