Tras conocerse que Volkswagen planea cerrar tres plantas en Alemania, hacer despidos y bajar sueldos, la crisis mundial en automoción vuelve a quedar patente con los últimos resultados de Ford, que reflejan que no sólo frena en su planta de Almusafes (Valencia), donde hace meses anunció despidos y ERTE, sino también en el resto del mundo, pues los costes y retrasos en vehículos eléctricos han lastrado su beneficio.
El grupo automovilístico estadounidense ha decidido rebajar sus previsiones anuales, tras ganar un 16,7% menos en los nueve primeros meses, debido, principalmente, a la caída del 25,6% en el tercer trimestre, a pesar de haber incrementado ingresos. Ahora estima que el beneficio neto de explotación (ebit) rondará unos 9.259,86 millones de euros y que los gastos de capital ascenderán a entre 7.408 y 7.871 millones.
Sigue sin lograr la rentabilidad en su división de vehículos eléctricos (Ford Model e), cuyo ebit ha sido de -1.133 millones en el tercer trimestre, y de -3.414 millones hasta septiembre
Ford sigue sin lograr la rentabilidad en su división de vehículos eléctricos (Ford Model e), cuyo ebit ha continuado en terreno negativo, arrojando pérdidas de 1.133 millones en el tercer trimestre, y de 3.414 millones hasta septiembre; así como caídas de ingresos (-33% y -43%, respectivamente). Mientras que la unidad que produce coches con motores de combustión (Ford Blue) y la de vehículos y servicios comerciales (Ford Pro) han tenido positivas y elevadas cifras de ebit, así como mayores ingresos.
El grupo que dirige Jim Farley, quien está encantado con su coche chino Xiaomi, ha cerrado los nueve primeros meses con mayores ingresos (+5%, a 126.657 millones), pero con menores ganancias, por los elevados costes y los retrasos en vehículos eléctricos. Esto último también se nota en su única planta española, donde hasta mediados de 2027 no llegará el último modelo adjudicado (un coche de “transición” de cara a los modelos 100% eléctricos, o sea, un híbrido), lo que también ha influido para que se decidiera lanzar un ERE para 1.622 empleados (el 34% de la plantilla, que en total asciende a 4.800 personas), que al final se traducirá en 626 despidos vía salidas voluntarias y prejubilaciones y un ERTE rotatorio para 996 que concluye el 31 de diciembre (que recoge 25 días de paro en total, tanto en la planta de vehículos como en la de motores). Además, se ha retrasado el todoterreno SUV eléctrico que se iba a producir en la planta de Oakville (Canadá) en 2025 para 2027, así como la fabricación de coches eléctricos en la planta que se está construyendo en el estado de Tennessee (EEUU).
Farley ha referido que se han adoptado “acciones contundentes para crear ventajas competitivas” en áreas como Ford Pro, operaciones internacionales, software y vehículos eléctricos. Asimismo, se ha aludido a la guerra de precios entre grupos automovilísticos y se ha advertido de distorsiones en su cadena de suministro por culpa de los huracanes en EEUU. El ebit de Ford ha cerrado septiembre en 7.472,7 millones (-13,8%) y el margen ebit ha descendido un 1,3%, del 7,2% al 5,9%. Por su parte, el beneficio neto se ha reducido un 16,7%, hasta 3.749 millones.