En un contexto de crisis mundial de la automoción, no son baladí las declaraciones de los directivos de los grupos automovilísticos en el Salón del Automóvil de París que se está celebrando estos días. Dejando a un lado la incoherencia de Stellantis, otros han mostrado una postura más sensata: desde Renault se presume de vehículos híbridos frente a eléctricos y BMW no ve realista prohibir los de combustión en 2035 en la Unión Europea.
El CEO de Renault, Luca de Meo, ha referido “lo difícil que es vender eléctricos y lo fácil que es vender híbridos”. Estos últimos se fabrican para el grupo automovilístico francés en las plantas españolas de Valladolid y Palencia, y las cajas de cambio se producen en Sevilla, mientras que en Francia se hacen componentes y se ensamblan los coches eléctricos. El directivo italiano no ha perdido la oportunidad de colgarse la medalla con el acierto que está teniendo la apuesta por las plantas españolas y el cuarto Plan Industrial lanzado en marzo de 2021. Pero ojo, porque ahora los sindicatos franceses reclaman que proyectos de vehículos híbridos como los que fabrican en Valladolid y Palencia también se puedan producir en Francia ante la débil demanda que están teniendo los modelos eléctricos que se ensamblan en las plantas de Douai y Maubege.
En paralelo, también en el Salón del Automóvil de París, para el grupo alemán BMW “ya no es realista” la prohibición de vender coches de combustión (gasolina y diésel) a partir de 2035 en la UE (la cual se revisará en 2026). Es más, su CEO, Oliver Zipse, ha advertido que eso supondría una “contracción masiva” en la industria del automóvil, incidiendo en que sus fabricantes son la “piedra angular” y en que también hay una “vasta cadena de pequeñas y medianas empresas” que producen componentes del vehículo. Asimismo, Zipse ha criticado las subvenciones a los vehículos eléctricos porque “no son sostenibles” y que la industria no sólo tiene que afrontar el reto de los cambios, sino también la retirada de dichas ayudas públicas y la feroz y creciente competencia de los coches eléctricos chinos.