Más signos de la crisis inmobiliaria que vivimos. A la caída en compraventas de viviendas y en la firma de hipotecas, se suma que el precio medio de la vivienda sigue escalando y ya es un 37,2% superior al mínimo que marcó en agosto de 2015, como refleja la estadística mensual Tinsa IMIE General y Grandes Mercados del mes de agosto.
Es decir, el precio continúa incrementándose, pues hasta junio, acumulaba un incremento del 36,1% desde el citado mínimo, y ahora la revalorización ha aumentado un 1,1%. Eso sí, desde Tinsa se señala que el precio medio de la vivienda que aún está un 19,3% por debajo de los máximos alcanzados en 2007-2008, cuando empezó la anterior crisis económica. “La evolución del precio de la vivienda continúa enmarcada en un contexto de desaceleración y tendencia a la estabilización (la cual se inició a finales de 2022)”, ha explicado Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa. Además, el mantenimiento del nivel de precios responde a que el residencial sigue canalizando ahorros.
Es cierto que las compraventas continúan reduciéndose en la comparación interanual, aunque “en la primera mitad del año, se mantienen un 13% por encima de los niveles de 2019, año previo al shock de la pandemia y que supuso un máximo en el periodo de expansión iniciado en 2014”, destaca Arias. Eso sí, el ajuste es más elevado en hipotecas y “es de esperar que la demanda se continúe ralentizando a medida que se trasladan las subidas de tipos de interés al coste de las hipotecas”.
En agosto, el precio medio de la vivienda nueva y usada ha aumentado un 5,3% respecto al mismo mes de 2022. En las islas y las áreas metropolitanas el encarecimiento ha sido superior, llegando al 7%. En variación mensual, el precio medio se ha incrementado en un 0,1% respecto a julio, aunque en las capitales y grandes ciudades y en el resto de municipios ha habido pequeños descensos: del 0,1% y del 0,4%, respectivamente.