Un mes más, llegan nuevas muestras de la crisis profunda del automóvil que se vive en España. Las ventas siguen siendo un tercio inferiores las preCovid, en concreto, 2022 se ha cerrado con 813.396 matriculaciones de turismos y todoterrenos, un 5,4% menos que en 2021 y un 35% menos que en 2019 (1.258.260 unidades vendidas), según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Y encima del descenso, se suma que no se han cumplido las previsiones de Anfac, que estimaba cerrar con unas 830.000 unidades vendidas.
Ojo, porque estamos hablando de que un sector que aporta el 10% del PIB nacional y da empleo a cerca de 2 millones de personas. Esta crisis profunda, que afecta a ventas y producción, se debe a varios motivos, siendo el principal la crisis de chips, que se ha visto “profundamente agravada por factores exógenos como la guerra de Ucrania o los confinamientos por la política de Covid cero de China”, explica Félix García, director de comunicación y marketing de Anfac, y también por la “la crisis económica con alza de precios energéticos, inflación y tipos de interés”. “La tormenta perfecta se ha completado con cuellos de botella en los transportes marítimo y por carretera”, ha añadido García. En esto último coincide con Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto (la patronal de las asociaciones de concesionarios oficiales), quien ha referido que dichos cuellos de botella persistentes en el aprovisionamiento de vehículos “han condicionado mucho la actividad de los concesionarios”.
Para 2023 las previsiones no son buenas: entre 870.000 y 960.000 unidades, según Faconauto, y de unas 900.000, según Anfac. “Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”, advierten desde Anfac
Morales también ha aludido al encarecimiento del precio de los combustibles y de los propios vehículos, así como a la incertidumbre, como las razones de la crisis del sector. Por su parte, Tania Puche, directora de comunicación de la Asociación de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), ha destacado que “tenemos que retroceder hasta 2011 para ver unos volúmenes parecidos” y 2021 supone un “tercer ejercicio seguido en negativo, en el que se han registrado unas 400.000 unidades menos que antes de la pandemia.
Las previsiones para 2023 no son buenas. Desde Anfac, hablan de 900.000 unidades, aunque todo dependerá de si acaba la guerra en Ucrania, de la normalización de la cadena logística o de si el Gobierno impulsa los puntos de recarga (tema en el que hay un fuerte retraso) y las ayudas directas a vehículos electrificados. “Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”, ha advertido García. Faconauto maneja dos escenarios pero “muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia”, ha resaltado Morales: 870.000, un 5% más que en 2021, o bien 960.000 (+10%) si se solucionan los cuellos de botella en la producción.
Las ventas de alternativos (electrificados, híbridos, de gas e hidrógeno) han crecido un 10,2%, a 344.824, y junto con los de gasolina han sido la primera opción de compra de los usuarios, frente a las 162.417 unidades vendidas en 2019. Los híbridos convencionales se mantienen como los preferidos, con unas ventas de 243.267
Ojo, porque las marcas asiáticas Toyota, Kia e Hyundai lideran el ranking de 2022, pero sólo la primera fabrica de forma muy residual (un modelo) e indirecta aquí: en concreto, produce la furgoneta Proace City en la planta que el grupo Stellantis tiene en Vigo). Estas marcas han desplazado a otras grandes europeas (Volkswagen, Peugeot, Seat, Renault, Citroën, Dacia y Mercedes-Benz), que sí tienen presencia industrial en nuestro país y generan decenas de miles de empleos. El modelo más vendido del año pasado ha sido el Hyundai Tucson, seguido del Dacia Sandero y el Seat Arona. Eso sí, cada grupo automovilístico ha encontrado razones para presumir: Renault ha destacado que ha sido la marca que más vehículos comerciales vendió en 2022 y el Dacia Sandero se ha situado como el coche favorito de los españoles en diciembre; Seat, la filial española del grupo Volkswagen, ha referido que el Seat Arona ha sido líder de ventas de su segmento (el de los SUV urbanos) en 2022 y su marca premium, Cupra, ha vuelto a registrar récord de ventas con un aumento del 22%; Kia ha presumido de ser la marca más vendida en el canal de particulares; Mercedes-Benz ha cerrado como primero en el segmento premium y también en 100% eléctricos y en híbridos enchufables; y Stellantis, grupo que surgió de la fusión de PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA), ha cerrado 2022 como líder del mercado automovilístico total y electrificado en España.
Paralelamente, 2022 ha cerrado con 119.596 matriculaciones de vehículos comerciales ligeros, un 21,3% menos que el año anterior, mientras las de vehículos industriales y autobuses han aumentado un 13,8%, a 25.911. Por su parte, las ventas de alternativos (electrificados, híbridos, de gas e hidrógeno) han crecido un 10,2%, a 344.824, y junto con los de gasolina han sido la primera opción de compra de los usuarios, frente a las 162.417 unidades vendidas en 2019. En concreto, han sido: 84.645 electrificados (100% eléctricos e híbridos enchufables -con una batería grande que se recarga por el motor de combustión y también mediante un enchufe-), un 19,1% más que en 2021 pero que sólo representan un 8,8% de la cuota total en parte por el caro precio del eléctrico y el fuerte retraso en el despliegue de puntos de recarga; 243.267 híbridos convencionales o no enchufables -tienen una pequeña batería que se recarga por el motor-, un 8,9% más y con una cuota de 25,29% que les mantiene como los preferidos; 16.901 (+8,4%) de gas y 11 de pila de hidrógeno.