La cristófoba Netflix ha anunciado una subida de tarifas en España a partir del 18 de octubre. Claro que el momento no es baladí, porque se produce después de la visita de Pedro Sánchez a sus instalaciones de Tres Cantos Madrid y en vísperas de que llegue más competencia: la de HBO Max el próximo 26 de octubre.
Se trata de la tercera vez que la plataforma de streaming incrementa sus precios desde que aterrizó en nuestro país en 2015: la tarifa estándar (la cual permite el uso en dos dispositivos) pasará de 11,99 euros mensuales a 12,99 y la tarifa premium (desde 4 dispositivos), de 15,99 a 17,99. Eso sí, la tarifa básica, que tiene menos calidad y solo permite el uso en un dispositivo), mantendrá su precio en 7,99 euros al mes. Desde Netflix se justifica el aumento del precio en las mejoras del catálogo y de la calidad, y en que así podrá “seguir mejorando nuestra propuesta de valor”, sí, la misma que no hace ascos a contenidos cristófobos (La primera tentación de Cristo o Paradise Police son algunos ejemplos), al uso excesivo del sexo (como se puede ver en 365 días, Halston o Los Bridgerton), a la sexualización de niñas o a la perversión en dibujos animados, por ejemplo. ¡Olé! Ahora no sólo cuenta con series y películas en su catálogo, sino también videojuegos, y dada la gran cantidad de contenidos ha incluido la función ‘reproducir algo’ (que elige la propia plataforma de forma aleatoria) ante el espectador indeciso y/o saturado.
En nuestro país, el año pasado, Netflix facturó 46,2 millones de euros (+74%), ganó 2,2 millones (+57%) y pagó 1,125 millones en impuestos
La plataforma de streaming que dirigen Reed Hastings y Ted Sarandos (quien también es director de contenido y se vio con Sánchez el pasado viernes en Tres Cantos) también tiene que hacer frente a la fuerte competencia de su sector en España. HBO Max llegará en dos semanas a un precio de 8,99 euros mensuales, el mismo que HBO España y Disney+ (que ofrece un precio anual a 89,99 euros y que es gratis para los clientes de Movistar Fusión y está en la oferta de contenidos de los paquetes de Vodafone), y Amazon Prime Video sale por 3,99 euros al mes (forma parte de la suscripción de Amazon Prime, que cuesta 36 euros al año). Por su parte, Filmin, una plataforma de cine en línea creada en España en 2007, cuesta 7,99 euros mensuales.
En este contexto, no hay que olvidar el compromiso que Sánchez adoptó con el sector audiovisual en sus encuentros con los principales líderes de la industria en Los Ángeles durante el pasado julio. De hecho, aspira a convertir a España en un hub audiovisual de Europa y esa es precisamente la tarea de Miguel Barroso, consejero de PRISA: ya prepara un Netflix, a mayor gloria de Sánchez… y que pague Telefónica.
Claro que Netflix también ha entrado en el contexto de altos precios de la luz que vive nuestro país encadenando un récord tras otro. Se acaba de incluir como servicio en ‘Única’, una plataforma personalizada para tener tarifa plana de luz, gas y otros servicios que ofrece Endesa desde hace un año y que recientemente anunció que la cuota se calcula con un precio base de la energía de 58 euros/MWh, muy por debajo del coste de la energía en la tarifa regulada (PVPC), y con condiciones garantizadas durante dos años.
En sus últimos resultados conocidos hasta ahora a nivel mundial (los del segundo trimestre), Netflix casi duplicó sus ganancias, pero no llegó a las expectativas de los analistas en nuevos suscriptores. En nuestro país, el año pasado facturó 46,2 millones de euros (+74%), ganó 2,2 millones (+57%) y pagó 1,125 millones en impuestos. Veremos a ver cómo son las cifras de los nueve meses, pero lo más probable es que la deuda siga siendo elevadísima: cerró el semestre en 12.674,5 millones… algo que no se permitiría a otras empresas.