¿Hay una cruzada contra Spotify? Es la pregunta que surge cuando se observa que este jueves su cotización se hunde un 16%, tras las últimas fugas de artistas, pese a que ha logrado reducir sus pérdidas un 94% en 2021.
La plataforma de streaming de música, con sede en Estocolmo (Suecia), ha perdido sólo 34 millones de euros el año pasado, frente a los números rojos de 581 millones de 2020. Por su parte, la facturación ha ascendido a 9.668 millones (+22,7%) y ha cerrado el año con 406 millones de usuarios mensuales activos, tras crecer un 18% en el cuarto trimestre. De esta cifra, 180 millones eran suscriptores ‘premium’ (los que pagan 9,99 euros mensuales), un 16% más, y los 236 millones restantes eran usuarios gratuitos (no pagan nada pero tienen publicidad), un 19%) más.
Neil Young dejó Spotify porque albergaba el podcast del antivacunas Joe Rogan; y ahora le siguen David Crosby, Stephen Stills y Graham Nash. Pero ojo, Young se ha ido a Amazon Music, que curiosamente también acoge contenido antivacunas...
Claro que también han aumentado los costes asociados a los ingresos en 2021, sobre todo, por los derechos de autor que paga a artistas y discográficas: un 20,7%, a 7.077 millones. Al hilo de esto, conviene tener en cuenta las sucesivas fugas de artistas que acumula en las últimas semanas: empezó Neil Young, retirando su música de la plataforma porque esta también albergaba el podcast del antivacunas Joe Rogan; y ahora a este se han unido sus excompañeros de banda (David Crosby, Stephen Stills y Graham Nash). No hay que olvidar que el propio Rogan ha pedido disculpas y que Spotify ha anunciado que incluirá avisos de contenido al comienzo de los podcasts que hablen sobre Covid. Eso sí, también hay que poner los puntos sobre las íes, porque Young se ha ido a Amazon Music, que curiosamente también acoge contenido antivacunas... ¿su fuga de Spotify no se deberá a querer cobrar más dinero en derechos de autor?
Eso sí, Spotify tampoco es ningún santo aunque no haya optado por la censura de otras grandes de Internet: recuerden sus triquiñuelas para pagar menos impuestos en España: los ingresos por suscripciones los declara en Suecia. Por eso está bien que aquí le haya crecido la competencia: a Apple Music, Amazon Music, Youtube Music, Deezer y Tidal, se sumó Movistar Música el pasado junio.