"Siempre supe que iba a ser rico… no creo que lo haya dudado ni un minuto". Hablamos de Warren Buffett, considerado el mejor inversor del mundo, al que realmente, y según sus propias palabras, le gusta su vida, y el rumbo que ha tomado “porque”, dice, “la he podido organizar para hacer lo que quiero”.

Una larga vida ya que nació en 1930, en Omaha, Nebraska, y fue en la Universidad de Nebraska donde se licenció en Administración de Empresas para posteriormente realizar un Master en Economía en la Universidad de Columbia.

Su sueldo es de 100.000 dólares al año lo que supone ser, según la lista Fortune 500, el director general peor pagado de los Estados Unidos

Y aunque, a estas alturas, muchos quieren compararlo con Soros, incluso con Gates, -no en vano los tres forman parte del Nuevo Orden Mundial (NOM)-, lo cierto es que sus trayectorias profesionales y vitales tienen poco que ver. Pero, hay algo que sí tienen en común: el activismo en pro del aborto, una matanza que Warren financia con parte de su fortuna que ronda los 110.000 millones.

A  pesar de mantenerse como la quinta persona más rica del mundo, Buffett lleva un sencillo estilo de vida, Por ejemplo, sigue viviendo en la misma casa de Omaha que compró hace cincuenta años por 31.000 dólares. "Estoy feliz allí, me cambiaría si no fuera así", señalaba hace más de una década a la BBC. "Estoy caliente en invierno, fresco en verano. No podría imaginarme una casa mejor".

Su sueldo es de 100.000 dólares al año, lo que supone ser, según la lista Fortune 500, el director general peor pagado de los Estados Unidos. Ese sueldo procede Berkshire Hathaway, el brazo inversor de Warren Buffett. Cuando Buffett empezó a comprar acciones de Berkshire, allá por 1962, la compañía se dedicaba al negocio textil hasta que tres años después la adquirió en su totalidad para convertirla en el holding a través del que ha realizado y concentrado sus inversiones.

Por cierto, las acciones de Berkshire Hathaway marcaban máximos en Bolsa esta semana tras presentar beneficios record de casi 36.000 millones.

Según The Wall Street Journal, prácticamente el grueso de su legado económico, tras su fallecimiento, estaría destinado a la Fundación Susan Thompson

Así que, la gran pregunta ahora es dónde irá a parar su fortuna amasada durante todas estas décadas. De momento, con Buffett aún vivo, y tal y como hemos contado en Hispanidad, el multimillonario ha donado acciones por valor de 750 millones de dólares a organizaciones proabortistas como Planned Parenthood, según la agencia AP. Y lo ha hecho a través de las cuatro fundaciones que tiene su familia: la Fundación Susan Thompson Buffett (nombre de su difunta esposa), la Sherwood Foundation, la NoVo Foundation y la Howard G. Buffett Foundation, las fundaciones de sus tres hijos.

En este sentido, y según una investigación realizada por The Wall Street Journal, prácticamente el grueso de su legado económico, tras su fallecimiento, estaría destinado a la Fundación Susan Thompson, cuya actividad principal consiste en financiar abortos, no sólo quirúrgicos, sino también químicos, mediante la ingesta de pastillas. Según el diario norteamericano, la fundación estaría planificando una “nueva estrategia de actuación” tras tener prevista una “entrada masiva de dinero” que rondaría los 100.000 millones de dólares. Un legado millonario, pero sobre todo, sangriento.